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Mew no sabía la razón por la que se encontraba con una sonrisa en sus labios mientras se la pasaba caminando por las calles, era extraño o eso era lo que pensaba, por alguna extraña razón todo lo veía tan brillante y hermoso, ¿acaso estaba volviéndose loco? Tarareaba canciones mientras se la pasaba caminando.

Su querido omega lo había mandado a comprar algunas cosas, pero sobretodo le encargo que trajera más pañales, y la verdad no sabía porque no se sentía molesto, se enojaba cuando alguien le pedía que fuera a comprar algo con urgencia y más porque se despertaba temprano en un fin de semana, pero aquel día no era así.

Se había despertado temprano (demasiado raro en él), y se había dispuesto a preparar el desayuno, cuando Gulf se levantó y le entrego una lista con las cosas que necesitaba.

Suspiro, su omega se veía perfecto a aquella mañana, sus cabellos despeinados y su mirada cansada, para Mew, Gulf era hermoso aunque estuviese de lo más desarreglado.

Pago a la cajera quien le sonrió como despedida y tomo las cosas para disponerse a retirarse, lo bueno era que no le había pedido que comprara nada de líquidos, podría ser alfa y ser fuerte, pero no le gustaba cargar refrescos, aguas, aceites, limpiadores, todo lo que en la etiqueta marcara litros.

Cuando estaba a punto de salir, sonrió al ver a su amigo Max quien venía caminando al lado de su omega, Tul.

- ¡Max! ¡Tul! -ambos miraron al frente y lograron ver al alfa que se acercaba hacía ellos con una sonrisa-. ¡Que sorpresa encontrarlos!

- Lo mismo digo, Mew -menciono Tul sonriendo.

Mew conocía a esos dos desde el primer año en la universidad, se habían conocido por un trabajo en equipo que debían realizar, y congeniaron a la primera, Max era un alfa que a veces lograban confundir un poco con un omega debido a que siempre era de vestir algunas prendas rosas claro, en cambio a Tul lo confundían con un beta debido a que siempre utilizaba supresores para que no pudieran saber cuál era su especie, pero en fin.

Max tuvo que llevar una vez a Tul a la enfermería debido a que se presentó su celo en medio de una de las clases, y claro allí fue cuando ambos supieron que querían estar juntos, Max no se despegó de él en ningún momento, después de todo quería que Tul estuviera sano y salvo, lo cuidaba mucho.

Pasaron unos meses y después ambos le dieron la noticia de que estaban en una relación, Mew estaba feliz por ambos.

- ¿Qué te trae por aquí? -pregunto Max.

- Vine por algunas cosas que faltaban, ya sabes, las compras de la semana.

Tul llevo su vista hacía las bolsas que llevaba Mew en sus manos, y frunció levemente el entrecejo al percatarse del paquete mediano de pañales que tenía, ¿por qué llevaba algo como eso? Por un momento se quedó algo aterrado, ¿acaso Mew...?

- ¡Felicidades! -Mew se quedó extrañado por el comentario de Tul-. ¿Cuántos meses tiene?

Max palideció al escuchar aquello, y después miro hacía las bolsas que traía Mew, y se percató también del paquete de pañales.

Por la cara que había puesto Max, Mew sabía que estaba perdido, no es que le tuviera miedo a Max, simplemente que a veces exageraba solo un poco...

- ¿¡Tuviste un cachorro!? -pregunto alarmado, los que pasaban junto a ellos se sorprendieron por el grito del alfa-. Un segundo ¡¿Desde cuándo tienes un omega?! ¿Lo marcaste? ¿No te cuidaste? ¡¿Por qué no me respondes?! -Max tomo por los hombros a Mew y lo sacudió.

- ¡Ya Maxi! Vas a marearlo si sigues así -dijo Tul, estaba preocupado, había sido una mala idea hacer esa pregunta.

- ¡No, no lo entiendes! Este tonto, le he dicho miles de veces que se cuidará, además de que también le dije que si quería un omega debía de esperar al cortejo, ¡no embarazarlo a la primera! ¡Además lo oculto todo! ¡¿Estás demente Mew Suppasit?!

- ¡Ya Max, tranquilo! -exclamo Mew después de ser de nuevo sacudido por su amigo-. Y no es mío...

Tampoco hubiera dicho aquello.

- ¡¿Cómo que no es tuyo?! -ahora Max estaba más que alarmado.

- Maxi... deja que te lo explique, es mejor, y relájate -dijo Tul colocándose enfrente de su novio-, respira profundo y cálmate... ¡muy bien!

- Aun así ese niño nos debe explicaciones.

Mew sonrió, a pesar del escándalo que habían provocado, aún se encontraba feliz, después de todo ellos faltaban por saber lo que sucedió.

La adopción es (no) una opción 1. FinalizadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora