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Era de noche y Gulf no podía conciliar el sueño, se movía de un lado a otro, ¿por qué se encontraba de esa manera? Ni siquiera él podía saber la razón, pero se sentía en la necesidad de que Mew estuviese allí con él, dejo que un suspiro saliese por sus labios mientras se volvía a acomodar en su cama, Mew se había quedado a dormir con el bebé, ¿por qué? Ohm no había parado de llorar, y casualmente ahora Ohm no había rechazado la presencia del alfa a su lado.

El omega se levantó mirando hacía su reloj despertador que se encontraba en la mesita de noche, eran casi las doce de la noche, se levantó, sentándose en la orilla de su cama y se dispuso a ir hacía la otra habitación, donde ahora estaban durmiendo Mew Suppasit y el bebé.

Sentía que su cuerpo tiene demasiada energía, además de que si fuera por él iría a caminar a otros lados o inclusive preparar algo de comer en ese momento, pero quiere ver como se encuentran esos dos, tanto el alfa como Ohm. Dispuesto a ir, se incorporó totalmente parado para comenzar su camino con los pies descalzos hacía la habitación en donde esos dos seguramente están plácidamente dormidos.

Camino sin prisa alguna, abrió la puerta de la habitación en donde él se encuentra, y salió para después caminar pocos pasos más hasta la puerta de su antigua habitación, tomando con suavidad el pomo de la puerta.

Despacio abrió la puerta de la habitación, y para su sorpresa, Mew estaba despierto, se encontraba acostado sobre la cama, a su lado estaba Ohm durmiendo plácidamente mientras recargaba su cabecita en su peluche de kumamon y abrazaba su almohada, Mew lo miraba descansar, al parecer le estaba cantando una canción, eso indicaba que seguramente se había despertado recientemente.

- Mew -Gulf susurro lo más alto que pudo para poder llamar la atención del alfa-, ¿se ha despertado?

- Sí... -respondió el alfa-, apenas he logrado que volviese a dormir -Mew miro con una linda sonrisa al pequeño que hizo enternecer de ternura a Gulf.

El omega se acercó a pasos pequeños hasta quedar al lado del alfa, y con sumo cuidado se sentó al borde de la cama, mientras que Mew se dedicaba a mirar las acciones del omega.

- Es muy lindo -dijo Gulf mientras veía al pequeño bebé que se la pasaba con sus ojos cerrados mientras que su respiración era lenta, indicando que se encontraba muy relajado.

- Lo sé -Mew miro al omega-, ¿por qué no puedes dormir?

- Bueno -Gulf sentía como el calor subía a sus mejillas-, es complicado, verás... creo que necesito que estés conmigo d-durmiendo.

Mew sonrió al escuchar eso, y tenía que admitir algo, él tampoco había podido dormir bien, también sentía la necesidad de tener a su omega a su lado para poder abrazarlo, y poder sentir su aroma cerca.

- Ya somos dos -respondió Mew mirando a su omega, Gulf aparto la mirada al ver a los ojos al alfa, no quería terminar con un sonrojo.

Ohm se movió un poco, pero sólo abrazo un poco más fuerte a su almohada, tanto alfa como omega miraban al pequeño, atentos a lo que hacía el pequeño.

- ¿Quieres algo de tomar, Mew? -ofreció, Gulf.

- No, gracias -Mew aparto la mirada del bebé-. ¿Cómo vas con encontrarle una familia a Ohm?

- He visto a otras -menciono el omega dando un pequeño asentimiento-, pero... no estoy seguro, no tengo confianza en ellas por el momento.

- Ha de ser por tu instinto maternal, es obvio que quieres cuidar a esté pequeño como si fuera tuyo, y lo comprendo, hasta yo quiero hacerlo.

En eso tenía toda la razón Mew, Gulf sentía la necesidad de cuidar a ese pequeño como si fuese suyo, pero también sabe que debe dejarlo ir, algún día podría ocuparse de sus propios hijos, además de que sabe que encontrarle una familia a ese hermoso pequeño se trata de una buena decisión. Es lo mejor para él.

- A veces odio ser omega por eso...

- No lo odies, ¿Qué sería de mí, si tú, no fueras omega? No te habría conocido y no estaríamos aquí en estos momentos, me agrada la idea de que estemos juntos, Gulfi.

- A m-mí... t-también me agrada, Mew.

Eso hacía que el corazón de ambos revoloteará en miles de emociones, a pesar de que a veces discutían, o simplemente Gulf quería alejarlo, ellos saben perfectamente que pueden encajar juntos, y eso no podía negarse, ellos pueden estar juntos y eso es lo que ambos quieren, les agradaba la compañía mutua y lo bien que logran hacer un trabajo en equipo al cuidar de Ohm.

- Me alegra escuchar eso, mi girasolito.

- Esto es lo más cursi que me escucharás decir.

Mew soltó una pequeña risa por aquel comentario hecho por Gulf, enfocando su vista hacía el omega, sin dejar que sus labios borrasen la sonrisa.

- ¿Sabes algo? -Gulf lo miro-. Estaría bien que me dieras un beso para cerrar con broche de oro está conversación.

- Sigue soñando Mewi.

- Vale la pena hacerlo -Mew le dio un guiño mientras le sonreía-, aunque no me molestaría que me dieras un beso.

Gulf rodó los ojos, se incorporó levantándose, colocándose frente al alfa, y doblando sus rodillas para que sus rostros quedasen a la misma altura, Mew esperaba que el omega frente a él se atreviera de nuevo a besarle y claro que lo hizo, pero había sido un beso en la mejilla.

- Confórmate con eso, alfa tonto.

- ¡No me digas así! Me haces sufrir omega de mi vida.

- Soy un especialista -Gulf se dirigió a la puerta-, trata de descansar, y yo también trataré.

- Está bien, prometo abrazarte toda la noche para la próxima.

El omega sintió sus mejillas calentarse, se había sonrojado, claro que le gusta la idea, no rechazaría aquel abrazo.

La adopción es (no) una opción 1. FinalizadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora