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Al ver la nota sonreí.

Si la persona que había hecho esto pretendía intimidarme no lo iba a lograr.

¿Quieres jugar?

Juguemos.

No tengo ni la más mínima idea de quién podía haber escrito esa nota, los familiares de mis víctimas no sabían que había sido yo y en este pueblo nadie sabía sobre mis asesinatos.

Por un segundo pensé en Hugo. Era imposible que alguien me hubiera visto, revisé perfectamente y el lugar estaba vacío. En caso de que alguien me viera, no me hubieran reconocido, ni el mismo Hugo se había dado cuenta de quien era yo bajo toda esa ropa, esa capucha y esas gafas oscuras, nadie me conocía en Algram, así que sería imposible que llegaran hasta mí.

Sin dudas tenía un enemigo suelto, tenía que estar atenta en caso de que quisiera atacarme.

Le quité el forro completamente ensangrentado a la almohada y lo guardé bajo la gaveta mágica, así era como llamaba a la gaveta de la lencería, bajo ella ocultaba muchas cosas.

Fui al baño y metí mi ropa de dormir dentro de un cubo con agua y luego la exprimí.

Bajé con mi almohada y la ropa húmeda hacia la cocina en busca de mi madre. La almohada tenía unas diminutas manchas de sangre que habían traspasado el forro.

-Mamá, necesito que me compres una almohada nueva, anoche me vino el periodo y tenía esta entre mis piernas y la manché - dije mostrando mi mano derecha donde estaba la almohada.

-Está bien hija, ¿y la ropa manchada?

-Ya la lavé y logré sacar la mancha - dije mostrando mi mano izquierda donde estaba la ropa húmeda.

-Ok, tiéndela en la parte trasera del jardín.

Luego de escucharla decir eso me fui a tender la ropa.

                    * Desconocido *

-A estas horas Rebeca ya debe haber leído mi nota, ¿te aseguraste que nadie te viera entrar a dejarla? - dije levantando la vista para mirar a la persona que estaba a mi lado.

Me encontraba resolviendo un cubo de rubix sobre la cama, la persona con la que hablaba estaba a unos metros a mi derecha en una silla.

-¿Aún no confías en mí?, claro que me aseguré - dijo mirándome fijamente.

-No, no confío en ti, pero eres mi única opción si quiero lograr mi objetivo, ella no puede sospechar que soy quien quiere destruirla, eso lo arruinaría todo y sería menos emocionante - dije sin levantar la vista del cubo.

-¿Por qué dices que lo arruinaría todo?, ¿le tienes miedo? - dijo pasándose la mano por el cabello.

Me senté en la cama colocando el cubo a mi lado y l@ miré.

-No le tengo miedo ni a ella, ni a nadie, eso lo sabes. Es solo que Rebeca es muy inteligente y no dudo de sus capacidades y de las cosas que puede llegar ha hacer, no me puedo arriesgar a que me enfrente antes del momento justo, eso daría giros a mis planes y tendría que trazar nuevas vías - dije.

-¿Nunca me vas a decir qué fue lo que pasó? - dijo cruzando los brazos.

-Quieres saber más de lo que deberías, lamento informarte que no te lo voy a decir. Hasta ahora te he contado todo lo que necesitas saber, no vuelvas a preguntar - dije volviéndome ha acostar para seguir armando el cubo.

-¿Cuál será tu próximo movimiento?, digo, si se puede saber - dijo.

- Ya lo verás, tranquil@.

¿Yo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora