Compromisos |Madara y tú|

Epílogo

Madara estaba nervioso esperando, sentía que la corbata lo estaba ahogando en ese momento, apretó los puños tratando de calmarse y de solo seguir esperando a que anunciarán que la novia había llegado. Itachi y Tobirama estaban al lado de Madara también esperando, a que se apareciera la novia y las damas de honor. Madara sentía miedo, ¿por qué si ella había aceptado casarse con él sin siquiera pensarlo más de dos veces? Se sintió un completo idiota de nuevo y frunció el ceño para encogerse de hombros y mirar a los lados, su familia estaba ahí y también la familia de _____, era una boda algo sencilla por supuesto. Aunque quizás en la fiesta todo el mundo se volvería loco por la celebración, pasaron al menos dos minutos y la música comenzó a sonar, dando a entender que la novia había llegado, Madara se puso derecho aunque estaba demasiado nervioso, y ansioso por verla, y ahí estaba ella, iba del brazo de su hermano mayor, se miraba tan hermosa, como la primera vez que había quedado cautivado por ella.

Todos los invitados no evitaron suspirar, estaban tan felices de que al fin Madara hiciera lo correcto, suspiro un poco feliz Itachi mientras miraba el rostro feliz de Madara.

La boda había comenzado, y Madara sonrió, habían decidido decir sus votos de amor y escribirlos ellos mismos, algo tan romántico que había sugerido Itachi ya que le gustaría que eso quedara en el DVD de la boda, un excelente padrino sin duda alguna y era por eso que Madara estaba agradecido con su primo.

—Es su turno de los votos, señor Uchiha. —el azabache se sonrojo un poco, los había anotado, pero sabía que sería más especial decirle lo que sentía en ese momento.

—A sido todo un recorrido no? —soltó una ligera risa mientras acariciaba las manos de su prometida, la chica también empezó a reír debido al chiste que había hecho. — ____, te amo, te amo más de lo que podría amar a cualquier persona en este mundo. —la miró a los ojos. —Fui muy tonto al pensar en dejarte ir alguna vez, pero no, esta vez decidí hacer lo correcto y decirte todo lo que sentía. Desde que te conocí caí a tus pies, eres la mujer más hermosa, más carismática y con un enorme corazón que es difícil decir que es solo para mí. —soltó una ligera risa y después sonrió. —Pero debo de decir que siempre creí que terminaría solo, que jamás encontraría a alguien para compartir mis sueños, pero, dejé de pensar eso el mismo día que te conocí y después que empezamos a salir supe que había encontrado a mi persona, a la persona con la que quería compartir cada una de mis emociones, mi amor, mis sueños, mis metas, todo, y mientras tu me contabas tu día en el trabajo yo solo no podía imaginarme una vida sin ti, una vida sin tu risa, sin tu emoción, sin las bromas que me hacías junto a Izuna, no podía, y me di cuenta que te amaba, que te amaba más que a nada. —la miró sincero y soltó un ligero suspiro. —Y después de aquellos incidentes, también supe que siempre te amaría, no importaba la tormenta o que la gente nos quisiera separar, lo único que pensaba era que solo quería estar a tu lado, diciéndote lo mucho que te amo, contándote como me enamoré de ti, una y otra vez. —beso su mano con delicadeza y de nuevo la miro a los ojos. —Te amaré, en la salud, en la enfermedad, en la pobreza, en la riqueza, en la vida, y si hay una vida después te está, te amaría de nuevo, y sino, te amaré en la muerte y por el resto de toda esa eternidad que exista.

Algunos de los invitados estaban llorando, más que nada, Izuna era un mar de lágrimas mientras miraba toda la escena, Obito estaba dándole algunos golpes en la espalda para que se calmara, pero no podía, su hermano había encontrado al amor de su vida y era lo más romántico que pudiera existir.

—Señor Uchiha, puede besar a la novia. —dijo el juez con una leve sonrisa en el rostro, Izuna no pudo evitarlo, y siguió llorado, los pañuelos no servían para detener sus lágrimas, soñaba también cumplir su propio para siempre.

Madara miró fijamente a _____ para tomarla de la cintura y sonreírle, no sin antes murmurar un te amo, la beso con pasión y con todo el amor que pudiera haber en su corazón, las emociones no eran nuevas, el azabache sabía que había nacido para amarla, para ella y siempre sería así, estaban destinados a estar juntos.