_¡Qué yo no fui!
_¡Yo tampoco fui!_ Martín me imita.
_¡¿Entonces quién fue?! ¡¿Un fantasma?!_ pregunta Karen con ironia. Tanto Martín como yo le lanzamos una mirada fulminante_ ¡¿Por qué si yo dejo la plancha en su lugar, no lo dejan en el mismo lugar?! ¡¿Tanto les molesta?!
_¡Pero yo no fui!_ me vuelvo a quejar molesta.
_¡Yo tampoco!
Martín y yo teníamos un buen rato siendo regañados por Karen, porque "alguien" agarro su plancha de cabello y no lo dejo donde debía.
«Aunque yo sé que fue el mocoso...»
_¡Fuiste tú, mocoso! ¡Confiesa!_ señalo a Martín con uno de mis dedos.
_¡No!_ Martín grita y también me señala con su pequeño dedo índice_ ¡Yo no uso eso! ¡Tú, sí!
_¡Di la verdad!_ grito entre frustrada y enojada_ ¡Te la pasas agarrando todo!
Martín camina y se planta frente a mi.
_¡Qué no fui yo!
Doy un paso más cerca de él.
_¡Dile la verdad! ¡Sé que fuiste tú!
_¡Ya basta!_ Karen explota y suspira con enojo_ ¡Los dos estan castigados! ¡Ni celular!
Abro mis labios entre sorprendida e incrédula.
_¿Qué..? ¡No..!
Karen ignora mi lloriqueo, mirando sería a su pequeño hijo.
_¡Ni televisor!
_Mami, no...
Ella también ignora el lloriqueo de su hijo.
Me planto frente a ella.
_¡No, por favor! Cada vez que le quitas el televisor a Martín, él va a molestarme a mi. Te lo pido, no le quites el televisor...
_¡Sin celular y televisor!_ Karen repite, ignorando mi pedido_ ¡Están castigados por dos semanas y no quiero que ninguno de los dos vuelvan a tocar mis cosas! ¡Los dos a sus habitaciones!_ Martín y yo ponemos los ojos en blanco, pero igual, la obedecemos, caminado con las cabezas bajas hacia las escaleras_ ¡Hey!
Ambos volteamos y miramos a Karen al final de las escaleras con las manos extendidas.
De mala gana camino hacia ella y le entrego mi celular. Martín hace lo mismo, entregandole el control remoto del televisor. Después ambos caminamos a nuestras habitaciones, pero no entramos, giramos y nos lanzamos mutuamente aquella mirada de: "Todo es tu culpa" "No, es tuya" "Sé que fuiste tú, mocoso" "Lo negaré hasta la muerte".
Nos lanzamos una última mirada de odio antes de entrar a nuestras habitaciones.
Minutos después, Kim entra a mi habitación riéndose y se recuesta en mi cama.
Pongo una almohada sobre mi cabeza y ahogo un grito de frustración. Me doy media vuelta para mirar el techo y ruedo los ojos al escuchar las carcajadas de Kim.
_Kim, no es gracioso.
Kim había llegado justamente en el momento en que Karen nos "interrogaba" y como la buena amiga que es, prefirió quedarse a burlándose de mi.
_No lo puedo creer... ya casi tienes 18 años y aún te castigan.
Decido ignorar su risa.
_¿Me trajiste lo que te pedí?
Kim se levanta con rápidez al escucharme y se sienta sobre la cama con sus pies cruzados.
_No lo negaré. Fue casi imposible, pero de alguna forma lo logré.
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"Entre Mentiras"
RomanceDigamos que, en uno de mis locos impulsos sé me ocurrió la idea de inventar que tenía un novio, solo para llamar la atención del chico que me gusta. Si, señoras y señores, como escucharon: Porque Maximiliano Gregor era el amor de mi vida, el padre d...