Lo primero que paso por mi mente fue lanzar mi celular por la ventana de la habitación de Alex, pero después
.. ¿quién me compraría otro? Así que armándome de valor, respire profundo y..._Hola, hermanito bello y hermoso ¿te he dicho cuánto te he extrañado?
_¿Se puede saber qué hiciste con el dinero que te he estado enviando a tu tarjeta? ¿Y por qué has estado ignorando mis llamadas?_ pregunta, ignorando mi voz melosa.
Casi pongo los ojos en blanco.
_Yo aquí diciéndote que te extraño y tú reclamándome_ mi voz suena indignada_ ¿Es qué contigo no se puede hablar? ¿Verdad, Rober?
_¡Deja de hacerte la ofendida y responde! ¡¿Qué hiciste con el dinero?!
«¿Y así quiere qué le conteste las llamadas? A partir de hoy voy a asegurarme de mirar primero el celular antes de contestar»
_Compre marihuana_ suelto irónica_ ¿Por qué? ¿Quieres qué te guarde un poquito, hermanito?
Alex ríe, levantando sus dos dedos pulgares en señal de apoyo.
_Casandra..._ suena la advertencia de Rober.
_Compre libros, Rober_ miento. Había gastado ese dinero el día que Alex me hizo pagar "su beso".
_No te creo.
«¿Por qué no me sorprende qué dude de mi?»
_Eso fue lo que compré. Y si no me creés, me da igual.
El amargado me mira fijamente cuando sonríe con malicia divertida y suelta.
_¡¡¿Casandra, el brassier qué está debajo de mi cama es tuyo?!!
Abro los ojos como plátanos.
«¡¿Qué dijo ese imbécil?!»
_¡¿Escuche bien?!_ Rober parecía igual de sorprendido que yo_ ¡¿Qué si el brassier que está debajo de su cama es tuyo?! ¡¡¿Dónde demonios estás metida?!!
Niego repetidas veces con la cabeza, aunque Rober no pueda verme.
_No. No. No. Esa es Kim, que está jugando...
Alex deja escapar una risa divertida al escuchar la torpeza con la que intento defenderme, luego asiente, sentándose en la orilla de su cama y repite.
_¡¿Casandra, es o no es tuyo?!
_¡Esa no es la voz de Kim!
Fulmino al idiota frente a mi antes de contestarle a Rober.
_¿Dije Kim?_ fingí estar confundida_ Quise decir, que es un primo de Kim, que solo está jugando_ le lanzo una advertencia a Alex_ Lo que él no sabe es que tú sueles ser muy malhumorado y puedes llegar a matarme.
_¡Casandra!
_¡Digo la verdad!
Cuando Alex va a soltar otras más de su estupideces, miro la puerta de su baño abierto. Él adivina mis intenciones, porque sonríe como niño travieso y me lanza aquella mirada de: "intentalo".
Nos miramos unos minutos en lo que decido que hacer, sin darle muchas vueltas al asunto, corro con él detrás de mi. Gracias a díos el baño estaba más cerca de mi y logré entrar primero. Cierro la puerta con el pasador, pero logro escuchar su escandalosa risa detrás de la puerta.
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"Entre Mentiras"
RomanceDigamos que, en uno de mis locos impulsos sé me ocurrió la idea de inventar que tenía un novio, solo para llamar la atención del chico que me gusta. Si, señoras y señores, como escucharon: Porque Maximiliano Gregor era el amor de mi vida, el padre d...