47-Tal vez él merezca un voto de confianza.

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Que el amargado haya golpeado a Elías frente al instituto fue de mal gusto, pero que se haya ido sin dar una minima explicación de su estúpido comportamiento cavernícola, fue peor. «¿Cómo sé le ocurre irse de esa manera? Y sin hablar conmigo antes para reclamarle y decirle todas sus feas verdades.»

_¡Algo así nunca había ocurrido aquí en el instituto Francisco!_ La profesora Megan mordía sus uñas con desesperación y nerviosismo, mientras caminaba en círculos por toda la oficina del director.

_Losé, Megan. Deja de recordármelo._ Le reprochó el director mirando unos papeles que se encontraban sobre su escritorio.

_¡Que pensará el ministerio de educación de nosotros!_ Siguió ella_ Seguro pensarán que somos unos inútiles que no pueden controlar a sus estudiantes y que de seguro estamos criando a puros delincuentes.

_¡Deja de ser tan dramática! Estoy seguro de que nadie que no quiera ser expulsado de este intituto hablará de este incidente.

«¿Incidente? ¡Ja! Ese incidente casi deja sin costillas a mi vecino.»

_¿Y si sé enteran qué fue tu hijo?_ Esa mujer solo buscaba preocupar al director y creo que lo consiguió, porque mi suegro, ¡digo! El viejo dejó de observar el papeleo y la miró_ Pueden cerrar el instituto, ¿verdad? Nos quedaremos sin trabajo...

Sonrío a mis adentros. «Eso sería lo mejor que nos podría pasar a todos los estudiantes... ¡Ah, no! Que tonta soy, si yo estaba a punto de graduarme. Y de paso, estaba segura de que si algo así llegará a suceder, mi hermano no dudaría en buscar otro instituto.»

_Deja de hablar como si de verdad el ministerio de educación fuera a venir._ Pidió el director, luciendo intimidante_ Por suerte ningún estudiante llegó a grabar con su celular. Si alguien llega a preguntar, lo negamos y ya está.

«Pero miren nada más a quién tenemos aquí diciendo mentiras: "Al señor rectitud". Aunque no podía ocuparlo, a veces las mentiras nos ayudaban a salvar nuestro pellejo.»

_Además, no es la primera vez que pasa._ Continuó el director Francisco_ Lo vamos a sobrellevar como siempre.

Megan detuvo sus pasos y frunso el ceño.

_¿Qué quieres decir con eso? ¿Qué vas a ser con..?_ Ella cerró su boca cuando el director le lanzó una mirada cómplice que la hizó dirigir su mirada a mi.

Me moví incomoda en la silla al tener la mirada de ambos sobre mi.

No entendía porque me habían traído aquí con ellos. Si por más que intenté correr para ver quienes eran los dos orangutanes que se molian a golpes fuera del instituto, llegué tarde y solo pude observar a mi amigo de la infancia tirado en el suelo, mientras se retorcía del dolor y al amargado, con sus puños tensos y la mandíbula apretada antes de que se fuera. Apenas pude ver la pelea cuando escuche: "Lleven al chico a la enfermería". "Y tú, Casandra, acompañame a la dirección".

_¿Por qué estoy aquí?_ Quise saber sin dejar de sentirme nerviosa y enojada con todos_ ¡Ah! Ya sé. Me van a culpar a mi por la pelea que tuvieron el borracho de mi vecino y el amargado de su hijo, ¿no es cierto?

La profesora Megan abrió sus ojos y boca impresionada por como le hable al director.

El director Francisco ignoró mi comentario grosero.

_Pasaré por alto que me faltastes el respeto, porque ya estoy a punto de librarme de ti.

«¡Ay, si! ¡Ay, sí! Como si para todo el mundo fuera un secreto que me odia por el chicle que le pegué en el cabello cuando estaba en preescolar.»

Aquí donde estaba, me encontraba MUY molesta y todo porque me habían traído en contra de mi voluntad a la dirección. «Seguro me cuparían a mi por la pelea de Elías y Alex. ¡Ay..! Pero es que si yo no me llegaba a graduar por culpa de esos dos, me lo iban a pagar muy caro.»

"Entre Mentiras"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora