_Cariño no te sientas mal por lo que vi en la habitación de Alexander. Es normal que ustedes que llevan tres meses de noviazgo empiecen a tener intimidad_ me tranquiliza la señora Elena, mientras mira unos botes de leche.
¿Y cómo no? Si desde que salimos de su casa no he pronunciado ninguna palabra, ella por el contrario, no se calla e insiste en recordarme la situación tan bochornosa que vio en la habitación de su hijo, cuando lo que yo quiero en realidad es que cierre su boca.
Pero algo que captó mi atención fue: "tres meses".
«¿Tanto había pasados desde que chantaje a Alex? ¿Tanto a durado esta mentira?»
_No te preocupes. Yo he presenciado cosas peores en la habitación de Maximiliano. ¡Ay, esa Natalia! ¿y tan tranquila que se ve, verdad?_ seguía hablando ella_ Puedes dejar de sentirte avergonzada. Además, quiero hablarte de otra cosa._ salgo de mis pensamientos, asintiendo a su dirección para que prosiga_ Alexander cumpleaños mañana y necesito tu ayuda para hacerle una sorpresa.
«¿El amargado cumpleaños mañana? Que raro no me había dicho nada. Aunque ahora que lo pienso, él nunca me dice nada.»
Sonrío.
_Claro, puedes contar conmigo, Elena.
_Sabía que podía contar contigo, cariño._ alega ella antes de abrazarme_ A mi hijo quizás no le agrade mucho la idea, pero sé que tú puedes convencerlo.
«¿Yo? ¿Convencer al amargado ese? Que besa increíble...»
Muevo la cabeza a ambos lados para alejar aquellos pensamientos.
_Lo intentaré.
Elena sonríe agradecida.
_Sé que lo lograrás.
Alex aparece al final del pasillo con dos latas de refresco en sus manos. Me ofrece una, la cual acepto, regalandole una sonrisa en forma de agradecimiento.
_¿Mamá te está interrogando?_ adivinó. Su madre voltea para fulminarlo con la mirada, pero él solo se encoge de hombros_ Tienes la mala costumbre de querrer meterte donde no debes.
_Grosero..._ le reprocha ella, pero luego ríe, añadiendo_ Solo le dije a Casandra que no tiene porque sentirse mal por lo que presencié en tu habitación. Yo he visto peores cosas en la habitación de Maximiliano.
Alex suelta una risa baja.
_Max y Natalia son unos hormonales.
«¿Enserio? ¿Es lo unico qué dirá sobre lo ocurrido? ¿No callará a su mamá?» Por un lado me siento tranquila de que ignore lo ocurrido, pero por otras partes; me angustia no hablar nunca de ello. ¿«Aunque es mejor no prestarle atención? ¡¡¿verdad?!!»
Elena enarca una ceja con incrédulidad.
_¿Y tú Alexander? ¿No eres hormonal?
_Yo me se controlar._ asegura.
_Eso no parecía hace unos minutos atrás, cuando los encontré en la cama de tu habitación.
_Díos..._ susurro, sintiendo mis mejillas calentarse.
El amargado me sonríe divertido.
_¿Mamá, puedes dejar el tema ya? Estás incomodando a Casandra.
Ella va a decir algo más, pero se calla, mirando con atención detrás de mi.
_¿Casandra?_ me tenso al reconocer la voz de... ¡¿mi hermano?!
Doy vuelta lentamente para encontrarme con su enorme cuerpo frente a mi.
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"Entre Mentiras"
RomanceDigamos que, en uno de mis locos impulsos sé me ocurrió la idea de inventar que tenía un novio, solo para llamar la atención del chico que me gusta. Si, señoras y señores, como escucharon: Porque Maximiliano Gregor era el amor de mi vida, el padre d...