Hay muchas guerras que sabes que acabarán en derrota incluso antes de que comiencen, ya sea porque el rival está mejor armado, por la diferencia del tamaño de los soldados o simplemente por la debilidad de algún bando. Sin embargo, en este caso hay una figura, una persona que está impidiendo que nuestro objetivo, liberar a Jihoon, se vea cada vez más complicado... Hoshi. El chico se lanzó a Jihoon y desde hace varios minutos no ha soltado la espalda del muchacho, subiéndose a ella como si la vida consistiera en eso.
"Bonnie, no es por ser pesado pero ¿me harías el gran favor de llevarte a Hoshi de aquí? ¿No te apetece pasar tiempo con él?" Jihoon preguntó cansado, hacía bastante rato que se había rendido, reflejando una expresión cansada, fijando su mirada en el suelo con los hombros caídos.
"Mm..." La chica, sentada en una de las tumbonas junto a Lia muerde su labio inferior, entrecerrando sus ojos, pensando en la oferta de Jihoon intentando sacar algo de provecho de ella. "Lo siento, pero no creo ser de ayuda. De todas formas, lo intentaré." Bonnie toma sus gafas de sol para colocarlas a modo de felpa, sujetando los primeros mechones de cabello. "¡Cielo! ¿Quieres algo de beber? ¡Hay comida también!" La propuesta parece tentadora, lo que hace que su mirada se clave unos segundos en la barbacoa vigilada por Seungkwan y Joshua.
"¡Avísame cuando estén listos! Por ahora prefiero quedarme aquí." Hoshi pega su mejilla a la de Jihoon, asintiendo con su cabeza en forma adorable, provocando que sus ojos se conviertan en una simple línea mientras sonríe contento por la poca resistencia del otro muchacho.
Jihoon me mira desesperado, un "Ayuda" dibujado en sus ojos y pronunciado por sus labios sin emitir sonido. Le respondo a la mirada desde los escalones, donde había mantenido una conversación bastante interesante con Dino sobre qué fue primero, si el huevo o la gallina. El pequeño ríe a mi lado y ladea la cabeza en dirección a Jihoon, en una invitación bastante clara de ser la única de poder liberar al joven.
Me acerco lentamente, con miedo a que Hoshi ataque al intentar liberar a su presa, sin embargo, el chico suelta una de sus manos apoyada en el pecho de Jihoon para saludar con una sonrisa cuadrada mientras nadaba en su dirección. Una vez que mi cuerpo está apenas unos centímetros de distancia de ambos, levanto una mano, chocando la de Hoshi con la que me saludó, dejándolo bastante perplejo.
"Tengo que felicitarte, Hoshi. Tienes un gran espíritu protector, típico de un tigre." Había conocido su obsesión por el animal el primer día que lo conocí, algo que me pareció realmente adorable, provocando que los relacionara a ambos en cada momento. El chico ríe y abraza más fuerte a Jihoon en respuesta.
"¿Has escuchado? Soy como una tigresa con sus crías, nadie te hará daño." Un suspiro cansado sale de los labios de Jihoon, pero no puede ocultar el fantasma de una sonrisa que estaba intentando aparecer en su rostro.
"Sin embargo." Interrumpo la conversación, atrayendo la atención de Hoshi, mirándome con ojos iluminados por la felicidad. "Aunque me parece lindísima la demostración de amor y te admiro por ello porque no estás herido sabiendo el genio que tiene Woozi, me gustaría pasar un poco de tiempo con él si no es mucha molestia." El labio inferior de Hoshi sobresale en una clara muestra de tristeza, no obstante, noto que se relaja un poco. "Te prometo que podrás abrazarlo mucho más en otro momento. Además, sé de otra persona que quiere tu cariño." La boca de Hoshi se abre ligeramente en sorpresa y deja a Jihoon a un lado, provocando que el otro pudiera respirar con tranquilidad. "Jeonghan me ha dicho que estaba algo falto de cariño." Susurro a su lado, lo que provoca una risita aguda en Hoshi y una un poco más malvada en mí.
"Realmente lo odias, ¿eh?" Hoshi aún sigue riendo, imitándolo cuando veo a Jeonghan tomar el sol tranquilamente desde una de las tumbonas. "Pero está claro que si Jeonghan te lo ha dicho, ¿quién soy yo para juzgarte?" Despeino al chico con una sonrisa contenta, él se encoge en el toque como si fuera un niño pequeño al que estás felicitando por algo que ha hecho. Se separa después de eso, correteando en dirección a los escalones, canturreando "¡Jeonghaaaan!" alargando definitivamente la última vocal tanto como sus pulmones le dejan. El nombrado conecta los puntos de manera rápida y me lanza una mirada de odio que solamente dura unos segundos, los suficientes para darme cuenta y para sacarle la lengua en respuesta.
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Crush Culture
FanfictionLa vida de Gio cada vez era más complicada y las piedras en su camino eran más grandes con cada paso. El dinero comenzó a hacer falta para poder pagarse la universidad, sin embargo, la constante necesidad de experiencia laboral para ser contratada e...