-6

403 58 109
                                    


Cuando alguien desaparece, las primeras horas son decisivas para determinar una causa.

—Chicas, necesito que os calméis.

Lucy y Eve, las mejores amigas de Maggie no paraban de llorar y sus palabras eran inteligibles a causa del llanto.

Yo no era capaz de pensar ni de razonar en nada, tan solo me encontraba en estado de shock.

—Después de la pru... Prueba...—logró decir Eve limpiándose las lágrimas—. Maggie nos dijo que todavía no quería volver, así que se fue a dar un pa..paseo...

Kate y yo miramos a Lisa, que no paraba de temblar. Estaba claro que ahí parados no solucionábamos nada.

—Deberíamos salir a buscarla—propuso Mary con gesto preocupado—. Aunque sea de noche, estará sola y asustada...

El director Reed asintió tras unos segundos. Estaba visiblemente concertado, pero no podía permitirse derrumbarse delante de nosotros.

—Id a abrigaros y coged las linternas, os esperamos abajo dentro de 15 minutos.

En completo silencio, todos subimos a nuestras habitaciones. Nada más entrar, oímos un sollozo ahogado.

—Chicas, yo no tengo...—Lisa tenía la voz entrecortada—. No tengo nada que ver, jamás podría hacerla daño.

—Lo sabemos, Lisa—Kate se acercó a ella para abrazarla y el resto copiamos su acción—. Tranquila, todo va a ir bien.

—Entre todos la encontraremos más rápido—la intenté tranquilizar, asintiendo a mis propias palabras.

Nos preparamos rápidamente y tras bajar, esperamos al resto en el hall. No quería pensar en las todas las posibilidades, porque eso supondría...

—Joder, hasta cuando no está tiene que tocar los cojones—La grave de voz de Devon se hizo eco mientras bajaba las escaleras colocándose una sudadera.

—¿En serio acabas de decir eso? —respondió indignada Lisa.

Se limitó a encogerse de hombros. Me resultaba increíble como alguien podía resultar tan frío.

—Quiero que me prestéis atención—anunció el director Reed mirándonos alternativamente—. Vamos a buscar por zonas, pero quiero que vayáis en grupo, y que bajo ningún concepto, nadie se quede solo ¿entendido?

Todos asentimos y nos pusimos en marcha. Hasta el momento que no encendí la linterna no fui consciente de cómo me temblaba la mano. Una parte de mí seguía odiando la oscuridad, y estábamos rodeadas de ella...

—No quiero sonar insensible, pero ¿y si se trata de una llamada de atención de Maggie? —susurró Jane mientras nos adentrábamos en la parte interna del bosque—. Es decir, no sería la primera vez...

—No, Jane—Kate negó con la cabeza—. Esto es demasiado...

Todos conocíamos de sobra a Maggie, pero esto no era ninguna broma.

—No creo que haya llegado muy lejos—dijo Jack reprimiendo la risa— Con esas piernas de vaca, sería imposible.

—Eres un imbécil, Jack—respondí bruscamente, porque no podía soportar tenerlo cerca—. Largo de aquí.

—Ya la has oído—dijo Declan acercándose—. Largo.

Jack no dijo nada y se alejó junto a Ronan y Mark en la otra dirección. Seguimos andando gritando el nombre de Maggie sin éxito. A cada paso que dábamos, un nudo en mi estómago se hacía más fuerte.

El hilo rojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora