Capítulo V

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Narra Karma:

Desde que habíamos llegado a Kyoto noté que Tn estaba más alegre.

Normalmente ocultaba sus problemas a los demás y sonreía de una manera no sincera, pero desde que estaba alejada de su casa notaba que se lo estaba pasando realmente bien.

Tn: ¿A dónde deberíamos ir primero?

Kaede: ¡Yo quiero probar el café dulce de Kyoto!

Karma: Es cierto, al pulpo le encantan las cosas dulces, envenenarlo  con un dulce sería una buena manera de asesinarlo.

Kaede: ¿¡Eh!? ¿Vas a desperdiciar los dulces en asesinarlo?

Narra Tn:

Reí con voz baja. Karma lo notó y sonrió.

Me gustaba cuando sonreía con sinceridad, sus sonrisas eran muy bonitas, pero adoraba las que no tenían intención de mostrar picardía.

Me sonrojé levemente cuando el notó que lo observaba.

Su mano se dirigió hacia mí y mi corazón dio un vuelco.

Un jarro de agua fría me cayó metáforicamente cuando su mano agarró uno de los mochis que estaba comiendo.

Tn: ¡Nagisa dile a este estúpido teñido que suelte mis dulces!

Nagisa: No tenéis remedio...

~

Nos adentramos en un callejón desierto.

Tn: Oye chicos, ¿no creéis que este lugar es un poco peligroso?

Karma se acercó hacia mí y me rodeó los hombros con su brazo.

No esperaba ese nivel de contacto, pero era reconfortante sentir su apoyo.

Sugino: Lo cierto es que elegimos este lugar porque es el perfecto para un asesinato o secuestro.

? : Yo no lo habría descrito mejor...

Mi cuerpo se giró para ver cómo los mismos chicos del tren nos tapaban la salida del callejón.

Karma: Supongo que vosotros no habéis venido a hacer turismo...

No podía creer que tuviera ese valor. O era muy valiente o muy estúpido. Opté por lo segundo.

? : Bueno, ahora nos vais a dar a las chicas y os vais a largar...

El chico no pudo continuar porque Karma lo había estampado en el suelo con una sola mano.

Karma: Ves Nagisa, no pasa nada si no hay testigos.

? : Desgraciado...

Uno de los chicos se dirigió hacia él con una navaja y Karma lo advirtió.

Con un movimiento de giro esquivó el arma y tiró a su agresor al suelo.

Observé cómo se intentaban llevar a Kanzaki y a Kaede.

No sabía qué hacer...

Mi mirada se dirigió a mi bolso. Pues claro...

Agarré el bolso y me dirigí hacia uno de los chicos que estaba intentando agarrar a Okuda. Lo golpee con mi bolso fuertemente en la cabeza y pude ver cómo él caía al suelo desmayado.

Tn: ¡Okuda, huye por esa rampa y llama a Karasuma!

Ella me hizo caso. Yo dirigí la mirada hacia los chicos.

Karma y los otros se las apañaban bien, hasta que uno de los agresores golpeó al pelirrojo con una tubería en la cabeza.

Noté como se desmayaba. Fui a socorrerlo pero una mano me agarró por la cintura.

Amor de asesino (Karma x tn) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora