Capítulo II

474 36 34
                                    

Entré en mi casa de manera recta, como a mis padres le gustaba.

Tn: ¡ya estoy en casa!

Dije intentando disimular el nerviosismo que tenía siempre que llegaba a la casa.

Mi padre me esperaba sentado en la mesa leyendo un periódico mientras tomaba el té.

Mi padre era el dueño de una importante multinacional, para mi desgracia no era el típico hombre de negocios que viaja y no está nunca en casa.

Mi madre lo odiaba y yo también. Las marcas de golpes que a veces me ocasionaba no eran sino muestras de lo que era capaz de hacer cuando estaba enfadado.

Estas agresiones habían aumentado a después de mi expulsión y mi traslado a la clase E.

Padre: Hoy no has tardado. Buena chica.

Yo traté de sonreír pero el estar a su lado solo me producía nauseas y un deseo terrible de huir.

De cara a fuere de mi casa éramos la familia perfecta. Unos padres ejemplares con una hija ejemplar, aunque esto había cambiado tras mi traslado a la clase E.

Desde entonces los rumores habían aumentado y eso a mi padre no le gustaba.

Padre: ¿Qué tal el primer día de clases?

Tn: Bien.

Mi padre no preguntó nada más. Me dirigí a la cocina y me serví un zumo de fresa (creo que en latinoamerica se llaman frutillas).

Al rato llegó mi madre y empecé a escuchar murmullos.

Padre: ¡Eres una inútil, ni siquiera sabes cómo enviar unos documentos!

Madre: lo s-siento querido... Sabes que tardan un poco y...

Un golpe se estrelló contra la mejilla de mi madre.

Padre: ¿¡No te tengo dicho que no quiero oír excusas?!

Tn: Papá.. No...

No.

Había cometido un error.

Mi padre se giró hacia mí hecho una fiera. No recuerdo nada más. Solo los golpes a los que estaba acostumbrada y a mi madre gritando para que mi padre se detuviera.

Desperté tiempo después en mi cama. Notaba el hielo en mi mejilla.

Al levantarme para mirarme al espejo vi cómo mi mejilla estaba morada e hinchada.

Examiné el resto de mi cuerpo. Moratones de distinto tamaño lo adornaban...

Lloré en silencio mientras me hacía un ovillo en mi cama.

No podía mostrarme así en clase. Me daba vergüenza que me vieran de esa manera, destrozada... Hundida.

Sabía que me merecía parte de ese continuo castigo, por no haber hecho caso y haberme ganado una expulsión.

___

A la mañana siguiente me desperté dolorida.

Me vestí y salí con una bufanda que me cubría el cuello y gran parte de la mejilla.

Me sentía callada metafóricamente por la bufanda que me tapaba la boca.

Salí de mi casa sin antes ser detenida por mi padre.

Padre: ¿Ya te vas?

Su voz me heló la sangre.

Tn: no quiero llegar tarde a clase...

Mi padre se acercó a mí y me abrazó por detrás.

Padre: la próxima vez te marcaré en otras zonas...

Salí corriendo de mi casa y llegué a la escuela. No quería saber nada de nadie por lo que me dirigí al bosque de detrás del aulario.

Me desquité gritando a los árboles y llorando en silencio.

Una sombra me observaba desde la copa de uno de los árboles.

Karma: ¿Qué te pasa?

Tn: me quedé paralizada al oír su voz. No podía dejar que me viera así.

Me sequé las lágrimas las lágrimas con la muñeca y me puse sería.

Tn: Nada.

Narra Karma:

Sabía que ella mentía. Nadie lloraba así por nada.

Me bajé de la rama con agilidad y me acerqué a ella como a un gato tratando de no asustarla.

Karma: Solo quiero hablar. ¿ Por qué llevas esa bufanda?

Tn: tengo frío.

No hacía frío como para llevar una bufanda.

Tn: Además, ¿qué te ha dado conmigo? ¿No tienes a otra chica a la que acosar o a alguien para pelearte?

Karma: Solo estoy aquí porque Korosensei me ha pedido que te diga que vengas a clase.

Tn : Dile a ese pulpo que se suicide y deje de joderme la vida.

Narra Tn:

Sin darme cuenta había comenzado a hacer lo que menos quería en ese momento.

Llorar.

El chico se acercó indeciso. Se notaba que no estaba acostumbrado a coonsolar personas.

Karma: Quiero que te quites la bufanda.

Tn:...

Karma: Por favor.

El chico me convenció. Estaba harta de ocultar mis heridas. Necesitaba compartirlas con alguien.

Retiré la bufanda lentamente mientras el muchacho formaba una cara de sorpresa y rabia cuando desvelé mi rostro.

Karma: ¿¡Quién te ha hecho eso!?

Tn:Mi padre.

El trató de mantener la calma. ¿ Por qué ese chico se preocupaba tanto por mí?

Karma: ¿Te apellidas ________, verdad?

Asentí.

Karma: No me esperaba que un padre como el tuyo pudiera hacer eso.

Tn: nadie puede ver lo que sucede detrás de las paredes de la casa de muñecas...

~~

Mañana subiré el siguiente capítulo. Comenten :v si están leyendo esto ❤️

Amor de asesino (Karma x tn) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora