1. El nuevo profesor

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El inició de clases era de lo más tedioso para Jimin, odiaba levantarse tan temprano, ¡Jimin ama dormir!, ¿Por qué su madre lo obliga asistir al instituto?, Él solo desea seguir leyendo sus libros o dormir hasta tarde.

El chico de cabellos castaños y enmarañados refunfuñó y pataleo en su cama antes de levantarse, con mala cara se adentro al baño, odiando el hecho de tener que ducharse tan temprano.

¿Su madre lo odia acaso?, Se preguntaba cada mañana el joven.

Una vez en la ducha, pensó seriamente si aquella lluvia artificil era su peor enemiga, después de su madre claro. Empezó a meter un pie, luego el otro, la pierna, después la otra, sus manos y así cada parte de su cuerpo, hasta que estuvo completamente dentro, chillo de cólera al sentir el agua caer sobre él. Ni siquiera estaba fría, pero para él era hielo.

Se ducho siempre mostrando su desacuerdo con que los baños existan, alegando incansablemente que un chico como él, que odia el agua y ama dormir, debería ser ilegal que lo obliguen a cometer un delito como ese.

Jimin era un chico muy dramático.

Se cambió lentamente, como si el tiempo estuviera a su favor. Se colocó una sudadera blanca con un aguacate en una esquina, unos jeans y sus zapatillas blancas. Tomo su mochila y bajo con pereza, escuchando a sus padres reír a carcajadas tan temprano.

- Oh Jiminie.... - La mujer se detuvo al ver la vestimenta y cabello de su hijo - ¿Así irás a tu primer día cielo? - Preguntó con gracia la mujer.

- Si mujer, ¿Qué esperabas?, ¿A un modelo? - El señor Park río por las respuestas de su hijo, era algo que ambos padres estaban acostumbrados a escuchar.

- Bueno, acomoda un poco ese cabello al menos y ven a desayunar que se te hará tarde.

Jimin rodó los ojos y tomo asiento. ¡Su cabello es así!, ¿Qué había de malo en eso?

Park Jimin es un chico de 17 años, en último año de la preparatoria. Sin metas por cumplir, adicto a los libros, su único sueño en la vida es ser un escritor, algo que está casi seguro es imposible de lograr.

Sus padres lo apoyan en todo, pero decirles que su más grande sueño es escribir no está en sus planes, pues teme la reacción de estos, aunque ellos jamás lo han tratado mal, al contrario, los señores Park aman demasiado a su hijo y solo desean su felicidad.

Jimin es el chico más inteligente de su salón y quizá del instituto. Aunque es diferente a todos...

- Bien hijo, es hora de irnos - Anunció el señor Park a lo que Jimin asintió sin muchas ganas que digamos.

El chico se despidió de su madre y salió de casa, para luego subir al auto con su padre y emprender camino hasta el instituto que quedaba a unos escasos 15 minutos de su horas, en auto claro.

Al llegar Jimin observó la fachada del lugar que más aborrecía, hizo mala cara y después escuchó la risa de su padre, el menor lo vio mal y bufó fastidiado.

- Jamás entenderé como es que odias la escuela y eres el mejor de tu clase - Río el mayor.

- Yo jamás entenderé como es que eres jefe de una empresa y eres tan perezoso hasta para firmar documentos - Respondió el chico.

- Mocoso mal criado - Antes que el mayor pudiera cumplir con su cometido de darle un zape a su hijo, este ya había salido casi huyendo de su padre.

Jimin suspiró por enésima vez aquella mañana. Se colocó la capucha de la sudadera y emprendió camino hasta el lugar donde estaría un año más donde no sería difícil pasar desapercibido o que nadie le prestará atención.

El chico de la esquina ~YM~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora