14. Amor real

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Los rayos era lo único que iluminaba un par de segundos la casa de los Park.

Jimin había buscando un par de velas para iluminar la sala que es donde se encontraban en ese momento, él estaba echo bolita en el sofá y a su lado se encontraba Yoongi, con la tasa entre sus manos.

El castaño observaba fijamente al mayor, mientras tenía entre cerrados sus ojos y sorbía de a pocos su chocolate. Estaba tan concentrado viendo el perfil de Yoongi que no se daba cuenta que el mayor ya había sentido la mirada de él, por lo que sonrió levemente.

- ¿Ya me dirá que quiere hablar conmigo? - Preguntó Jimin, tratando de ignorar sus nervios.

El chico se encontraba muerto del nerviosismo, quería matar todo su miedo con la seriedad, con su personalidad fría, distante y grosera, pero por más que intentará, no lograría nada, pues su corazón le pedía a gritos ser cortes con el hombre a su lado.

Yoongi por otro lado sentía que estaba soñando o de verdad el destino estaba a su favor aquella noche. Sonrió al pensar que quizá la segunda opción era la correcta, ¿Cómo llego hasta ese punto?

Se encontraba en la casa del chico que le gusta, con ropa del padre de este puesta, con una taza de café entre sus manos y el lindo chico a su lado, viéndolo y muy cerca uno del otro. Yoongi se sentía feliz porque por fin podría hablar con él, pero también se sentía realmente nervioso.

- Jiminie... - Inició hablar el mayor - Antes que nada, quiero pedirte disculpas una vez más, por incomodarte, invadir tu espacio personal y por meterme en tu vida sin que me lo hayas pedido. Hice mal en todo ello, pero...

- Si, hizo mal - Interrumpió Jimin - Si, se metió en mi vida, si, interrumpió mi espacio personal y si... Me incómodo de muchas formas.

Escuchar aquellas palabras de parte del chico le dolieron mucho a Yoongi, él sabía que había cometido muchos errores con el chico, pero escucharlo de su boca era muy diferente, dolía más. Sobre todo porque desde ese momento sentía que no todo quedarían bien entre ellos y quizá tendría un amor unilateral con un chico nueve años menor que él y que además es su alumno.

- Perdóname Jimin, no sabes cuánto lamento haber invadido tu espacio, tu vida...

- ¿Lamenta... Haber invadido mi espacio personal y mi vida? - Por alguna razón, Jimin sintió su pecho doler en ese momento.

- Lo lamento Jiminie... No sabes cuánto lamento haberme metido tanto en tu vida, tanto que... Duele.

Jimin guardo silencio cuando Yoongi volteó a verlo y conectaron miradas. El menor sintió una nueva corriente eléctrica recorrer cada parte de su cuerpo, su corazón se aceleró más de lo debido y aunque intento romper contacto visual, no pudo hacerlo. Apretó sus manitas sobre la taza y trago grueso, sentía la enorme necesidad de abrazar al mayor, pero... ¿Por qué?

Jimin estaba negándose a la realidad, estaba negándose a lo que su corazón sentía por él hombre frente a él.

- ¿P-or qué... Duele? - Preguntó con temor a la repuesta el menor.

- Porque... Me gustas Jimin, no sabes cuánto me gustas.

Sus miradas seguían conectadas, pero juraban que ambos podían ver el brillo en sus ojitos, sentían que estaban conectados, que sus corazones latían al mismo tiempo y que su espacio era solo de ellos y que aquellos bonitos e inocentes sentimientos eran únicamente de ellos y que jamás nadie podría meterse entre ellos, aún si Jimin no estaba seguro de lo que sentía, su corazón si y eso lo haría hablar por él.

- Es... Una b-roma, ¿Verdad? - Jimin quería que la tierra se lo tragará en ese mismo instante.

- No Jiminie, no es ninguna broma, yo... En verdad estoy perdidamente enamorado de ti.

El chico de la esquina ~YM~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora