El chico de la esquina ~YM~

30. Separación

El viernes había llegado. Jimin se levantó con ánimos, aunque aquella mañana su novio no pasaría por él sabía que lo vería en el instituto.

Desayuno con sus padres, que justo esa noche se irían de viaje por un mes hasta Japón donde debían cerrar un contrato muy importante para su empresa, así que Jimin quería estar con ellos aquella mañana.

- Hoy te veo muy sonriente hijo - Dijo Heechul, sintiéndose tranquilo al saber que no se equivocó con Yoongi, puesto que parecía que el hombre hacía realmente feliz a su pequeño Minnie y lo había respetado en cada segundo.

- Justo ahora falta un mes para mí cumpleaños y estoy feliz porque seré mayor de edad y podré estar con Yoongi sin miedo - La emoción y felicidad se podía escuchar en las palabras del chico.

Heechul sonrió y volteó a ver a su esposa quién le regreso la sonrisa. Ambos eran felices mientras su hijo lo era, sabían que lo dejarían en buenas manos, puesto que ellos regresarían de su viaje justo el día del cumpleaños de su pequeño.

- Realmente quieres a Yoongi, ¿No? - La pregunta podía ser innecesaria puesto que era más que evidente, pero Mina solamente quería confirmar lo que ya sabía.

- Lo quiero, si - Aseguro Jimin, sintiendo sus mejillas sonrojar - Debo irme o se me hará tarde - Dijo el chico, tratando de escapar de su inminente vergüenza.

Los Park rieron al ver a su hijo. Realmente Jimin había cambiando mucho, ahora era un chico más sonriente, animado, vivas, feliz, un chico que amaba salir con su pareja, un chico que vivía feliz sabiendo que tiene personas que lo aman.

- Cuídate hijo, nos vemos en la noche - Se despidieron los Park.

Jimin asintió y salió de casa, para irse rumbo al instituto. Iría caminando ya que faltaba más de media hora para entrar, no quería subirse en transporte público y tampoco que su padre lo llevará.

El chico pensó en lo mucho que su año cambio. Al inicio era alguien cerrado al mundo, odiaba todo, le molestaba todo, detestaba la vida en sí, y aunque nadie tuviese la culpa de ello, le gustaba ser como era, sin que nadie lo notará, era el mejor de la clase, pero nadie lo sabía, era callado, pero participativo cuando un tema llamaba su atención, aún si nadie sabía quién era él.

Jimin cambio cuando conoció a Yoongi.

Se convirtió en un chico más alegre, sonriente, feliz, en un chico que amaba salir siempre y cuando fuera con su pareja. Jimin sintió el verdadero amor cuando Yoongi entro a su vida.

Claro que lo detesto y odio al inicio, puesto que el mayor intento muchas veces indagar en su vida, pero jamás creyó que se terminaría enamorando por esa misma razón, ahora el chico no ve su vida y su mundo sin la única razón para existir.

Jimin sonrió al imaginarse a su guapo y atractivo novio. Tan amoroso y delicado con él, siempre tan tierno, amable y sonriente que lo hizo suspirar de puro amor.

Tan ensimismado iba en sus pensamientos llenos de Yoongi que no de dio cuenta, cuando llegó al instituto. Se colocó la capucha de su sudadera y decidió no colocar su mascarilla.

Cómo siempre, tomo las correas de su mochila y entro tranquilamente al instituto.

Jimin por primera vez en su vida, vivió lo que era tener toda la atención de todo el mundo sin haberla deseado.

Sintió lo que más había detestado y odiado durante toda su vida. La atención de quienes no conoce y no desea tener.

El chico empezó a sentir impotencia, miedo, un escalofrío indescriptible en todo su cuerpo al notar como todos los alumnos del instituto lo veían fijamente, con desprecio, odio, rector y sobre todo... Asco.