Uno no puede negar el amor

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Isabella... Era un clon de Kristen, esos mismos ojos, esa misma sonrisa, ese mismo rostro.

-Siento molestarlo, casi no hablo con las personas, es solo, um, vi algo en usted... - vio como empezaba a darse la vuelta para marcharse

-No, no, por favor- no sabía porque la detenía, solo, era exactamente como ella, como su querida señorita Kringle -No tiene porque disculparse, u...usted me recordó a alguien que solía conocer, hace mucho tiempo.

Aquella mujer rubia se acercaba a él, sonriendo, era casi hipnotizante, sabía que eran personas diferentes, pero él solo podía pensar en Kristen, era su viva imagen, pero Kristen estaba muerta, recordaba su mano en su cuello mientras intentaba explicar porque no era un monstruo, recordaba su cuerpo deslizarse en la puerta y golpear el suelo, recordaba llorar después de lo que había hecho, no era lo que quería, no quería matarla, pero lo hizo...después de todo, si era un monstruo ¿no es así?

-Luchas por recuperarme, y cuando me pierdes, luchas por obtenerme- un acertijo, compartía eso con esta extraña, los acertijos, a Kristen no le agradaban demasiado, pero solo podía pensar en ella al verla -¿Que soy?

Sabía la respuesta, por supuesto que la sabía, pero su mente era un caos total, ¿sería este el destino actuando? ¿Le estaría dando una segunda oportunidad con Kristen por medio de una extraña? Pero no podía ser una segunda oportunidad con Kristen, ella no era Kristen después de todo, ¿tal vez intentar lo que pudo ser con ella de haber tomado un camino diferente?  Kristen  No, no es Kristen, luce como ella pero no es Kristen ¿tal vez eran perfectos el uno para el otro? ¿Si compartían un amor por los acertijos que más compartirían?  Kristen  ¿si era un nuevo inicio? ¿Una mejor versión de ella?  Kristen  ¿Una que si lo aceptara completamente? Eran idénticas, eran, tal vez, su destino ¿no?
Al fin pudo mover sus labios para dar su respuesta

-El tiempo- ¿no estaba ocupado? Tiempo... No, no podía ser ella su destino, no, tenía que equivocarse, solo en esto, no podía estar con esa mujer de nuevo, no, no soportaba su rostro, no lograba olvidar todas las veces en que lo llamó raro, las veces en las que quiso cambiarlo ¿tal vez ella era diferente? No, tal vez, pero no podía caer en eso, su corazón estaba en otro lado, no con ella, no en ese lugar, no en ese momento, su corazón estaba ocupado por alguien más, pero lo llenaba la incertidumbre. Tal vez si era una jugada macabra del destino, tal vez debía sufrir antes de ser feliz con quien amaba en verdad, pero ¿para que el dolor innecesario? -Soy E... - un reloj en una de las paredes lo devolvió a la realidad, tiempo, estaba perdiendo tiempo con una extraña que lucía como su ex -Oswald- abría sus ojos cada vez más al notar la hora, era tarde, lo había plantado, de nuevo.

Sentía un enorme peso en su pecho, no podía creer que había abandonado a Oswald dos veces el mismo día, pero ese dolor terminó por sacarlo del trance en que lo colocó la imagen de aquella mujer.

-¿Oswald?- lo veía fijamente, sonriendo, y notar eso le hizo sentir un escalofrío. Debía alejarse de ella, era demasiado extraño, como si hubiera sido hecha exactamente para él, y no tenía sentido, no era lógico que alguien así se apareciera de la nada, menos en ese momento, tal vez que le gustaran los acertijos podía ser casualidad, pero ¿lucir exactamente como la mujer que creyó amar alguna vez?

Pensaba en Oswald, en como él se había preocupado mientras estuvo encerrado en Arkham, en sus visitas, en sus regalos, en como él lo había aceptado, en como se dio tiempo de conocer cada parte de él, como lo aceptaba tal como era, en como se había mostrado vulnerable ante él en incontables ocasiones, en como lo veía, y en como sonreía cuando estaban juntos. Pensaba en la felicidad que le hacía sentir estar a su lado, una felicidad que jamás había sentido, y lo destrozaba que probablemente su emplumado amigo creyera que su amor no sería correspondido.

Corre Hacia ÉlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora