Cada corazón lleva su tiempo

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El silencio inundaba la habitación, Oswald había dicho ¿que lo ama? "te amo a ti, Edward Nygma" si, es lo que había dicho. Esas últimas palabras inundaban su mente, incapaz de permitir que nada más se formulara, las oía claramente como si de eco se tratara, mientras veía como el rostro de la pequeña avecilla se entristecía, como sus hermosos ojos verdes parecían inundarse, veía como una lágrima recorría su mejilla, como sus labios temblaban, esperando que diera una respuesta.

-Ed... Por favor, di algo- escuchó como su voz se quebraba

-PS 134, tienes que visitar una escuela, la prensa estará ahí, así que deberíamos... deberías ir ahora- dijo, para salir huyendo de la habitación, dejando a Oswald en medio de ella, completamente solo, al borde del llanto.

No tenía idea de hacia donde iba, caminaba sin rumbo a través de las frías calles de Gotham, ¿qué estaba haciendo? Había abandonado a Oswald en un momento importante, sabía que no le agradaban demasiado los niños y que la imagen que diera a la prensa debía favorecerle, lo que podía ser un poco complicado sin el ahí, eran un equipo después de todo, "te amo a ti, Edward Nygma". El recuerdo de su voz diciendo esas palabras lo hizo olvidar toda la culpa de no acompañarlo ahora, ¿cómo se supone que debía lidiar con eso?

Escuchaba cada uno de sus pasos en la acera mientras la confesión de Oswald ahogaba cualquier otro pensamiento, amor, ¿como podía sentir amor por él? De pronto se vio a si mismo abriendo una puerta, la puerta de su antiguo departamento.

No había estado ahí en algún tiempo, lo habían encerrado en Arkham después de todo, y una vez que Oswald lo sacó de ese agujero se quedó en su mansión. Notó como una pequeña sonrisa se formó en cuanto recordó a Oswald y se obligó a borrarla, eran amigos, y ya, Oswald era su amigo.

-¿En verdad haremos esto ahora?- Volteó, no había nadie, estaba completamente solo- Por aquí idiota

-No me llames idiota

-Bueno, estás hablándole al aire y eres totalmente incapaz de encontrarme, ¿Cómo debería llamarte?

-Cierra la boca

-Muy bien "cierra la boca", siento tus movimientos, conozco tus pensamientos te conozco desde que naciste y te veré extinguirte ¿Qué soy?- Escuchó el tono amenazante de aquella voz, la burla en su tono, esa superioridad que solo lograba molestarlo

-Mi reflejo- se acercó a un pequeño espejo que había cerca, únicamente para ver como la figura en el reía

-Bravo

-¿Qué demonios haces aquí?

-No estoy aquí, bueno, si, pero yo soy tu después de todo

Ver su reflejo lo enfurecía, veía la burla en su rostro, su complejo de superioridad, toda esa arrogancia.

-No entiendo tu molestia, después de todo, no fui yo quien abandonó a Oswald

-Cállate

-¿Viste su rostro cuando te pidió que dijeras algo? ¿Viste como reaccionó cuando lo que respondiste fue que tenía que ir a una escuela?- reía a carcajadas, como si el solo hecho de burlarse de él, de lastimarlo, fuera lo más divertido que había -Puedo decir con total seguridad que viste el momento exacto en que su corazón se partía, dime ¿cómo se sintió?

Recordó el rostro de Oswald, recordó aquella lágrima cuando esperaba una respuesta, recordó como, justo antes de salir huyendo, escuchó un pequeño sollozo, recordó como justo después de decirle que tenía que hacer, sus ojos verdes se oscurecieron y terminaron por desbordarse, si, pudo ver como partió su corazón, puedo ver como lo hizo trizas.

Corre Hacia ÉlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora