Habían pasado nueve años desde la última vez que el grupo dejó de ser el mismo.
Se dieron cuenta que en parte, Jieun era la que unía los unía, sí, puede que la hayan ignorado más de una vez, pero al final siempre todos se juntaban de nuevo por ella."Nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes", nunca habían realizado la razón que tenía esa frase hasta ese momento.
Ahora todos tenían 19, apunto de cumplir los deseados 20. Excepto Ni-ki, él todavía tenía 18.
Algunos tomaron su camino, Jake se mudó a Australia de nuevo, Jay prefirió ser una segunda mano de su padre en la empresa antes que estudiar y Jungwon se cambió de colegio. Solo Heeseung, Sunghoon y Sunoo estaban cursando en la misma universidad.
Sunghoon seguía guardando la carta que le iba a entregar a su "amada" hace casi diez años, no había día que no pensase en ella. Eso sí, en secreto, pues ninguno volvió a tocar el tema, era como si la hubiesen eliminado de sus vidas.
Hoy era el primer día de universidad, pero Sunghoon iría más tarde porque su madre cayó enferma hace un par de años. Le daba toda la atención del mundo porque tenía miedo de que pudiese acabar como Jieun.
Entró al hospital con una bandeja de dulces empaquetada con papel para dárselo a su mamá.
- Vengo a ver a Park Haseul, soy su hijo. - Dijo en la recepción.
- Claro, espera un segundo... - Agarró el teléfono y marcó - Hola, el hijo de la señora Park va a subir a verla...Ajá...Sí, a Jieun dale bromazepam, eso le calmará...No, no es demasiado fuerte, puede soportarlo...De acuerdo, recuerda que si su pulso baja mucho más debes de colocarle el electroestimulador...Bueno. - Colgó.
El alma de Sunghoon dejó su cuerpo al escuchar el nombre de la chica.
- Perdón si soy muy entrometido pero, ¿es Bae Jieun? - Preguntó con algo de pánico.
- No debería de dar información sobre pacientes, pero sí, es ella. - Sonrió levemente. - Tu mamá te está esperando.
Enseguida, el pelinegro fue a la habitación de su madre y le contó todo lo que había escuchado mientras la acompañaba a comerse los dulces.
- Sunghoon, ¿no crees que ya es hora de que la olvides? Hay millones de chicas que has conocido y no te has quedado con ninguna - Dijo con una cara de lástima. - Creo que ya es hora de que te toque ser feliz.
Su madre tenía razón, pero él no podía superarla. O más bien, no quería.
- Mamá, soy feliz, que no tenga pareja no significa nada. - No era la primera vez que su madre le decía que se olvidase de ella.
- Recuerdo cuando yo te ayudé a escribir esa carta, tus ojos brillaban como dos estrellas, pero luego viniste con tu corazoncito en pedazos. - Hizo una pausa. - Por eso creo que ya has sufrido lo suficiente. Pasa página, hazlo por mí. - Sonrió levemente.
Jamás iba a hacerlo.
- De acuerdo. - Le mintió.
Después de eso, Sunghoon salió para la universidad.
Los ojos de la mayoría de chicas estaban fijados en él, tenían todo el derecho, era un chico muy atractivo, lo tenía todo.- Sunghoon! - Lo llamó Sunoo.
- Sunoo. - Le saludó de vuelta.
- ¿Qué tal? - Preguntó el pelirubio. Hacía mucho tiempo que no hablaban, pero las interacciones por redes sociales no habían cesado.
- Bien, ¿y tú? - Sunoo sonrió por su respuesta y asintió, dando a entender que él estaba bien también.
- Veo que vas a estudiar medicina, ¿no? - Preguntó el de mejillas rosadas.
- Sí, la verdad es algo que llevo queriendo hacer desde hace mucho. - Respondió. -¿Tú que estudias?
- Voy a estudiar Bellas Artes, desde pequeño quise hacerlo. - Le enseñó el diploma en el que le autorizaban la entrada a la carrera.
- Wow, me acuerdo de las muchas veces que dijiste que lo querías estudiar. Me alegro muchísimo Sunoo. - Sonrió y acarició el pelo del más pequeño suavemente.
Este asintió con su cabeza levemente y se despidieron para dirigirse a sus respectivas aulas.
Las clases pasaron rápido, y Sunghoon tenía un plan. Iba a ir al hospital, pero no a ver a su madre, sino a Jieun.
Era una decisión algo riesgosa, ¿de verdad quería hacerlo?
Habían dos opciones. Que volviesen ha hablar de nuevo o que terminase con el corazón el doble de roto por lo cruel que Jieun podría ser con él.
Algo que definía mucho a Park, era definitivamente su pesimismo.Pero sin pensarlo dos veces, agarró su moto, se puso el casco y se puso en camino al hospital.
Cuando llegó, estaba más nervioso que nunca. Jamás se imaginó visitar de nuevo a su amor platónico de la infancia.
Miles de preguntas pasaban por su cabeza.¿Y si no es la que conozco? Estoy seguro que hay más de una chica llamada igual y a lo mejor es una señora cualquiera. Qué horror.
- Vengo a ver a Bae Jieun. - Dijo sosteniendo el casco de su moto con un brazo.
- ¿Cómo te llamas? - Dijo la recepcionista.
- Park Sunghoon. - Ella abrió una lista y buscó su nombre.
- Lo siento, no tienes autorización para entrar a verla. Es una paciente de alto riesgo y más aún tenemos que tener cuidado. - Dijo sin mirarle, solo apuntando algo en el papel.
- Por favor, llevo años buscándola, fuimos amigos en primaria y de un día para otro desapareció. Por favor, si quiere puede vigilar, pero necesito verla. - Suplicó el pelinegro.
- No. - Dijo seca - Si quieres le puedo decir que has venido y si ella quiere que entres, entrarás. Pero si dice que no, te vas.
A Sunghoon se le iluminó la cara al ver esa opción, estaba a punto de ver, en ese entonces, su primer amor.
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﹟ 𝗦𝗘𝗩𝗘𝗡𝗧𝗬 𝗗𝗔𝗬𝗦 ﹫ park sunghoon
Fanficdonde sunghoon se promete a él mismo hacer al "amor de su vida" la persona más feliz del mundo. even if my heart stops beating, you're the only thing i need. "incluso si mi corazón deja de latir, la única cosa que necesito eres tú." inicio: 30 de...