Las imágenes se repetían constantemente en su cabeza, aquellos ojos claros y la hermosa mariposa volaban en su recuerdo, junto con un suave aroma. Los siguientes días se transformaron en una búsqueda feroz, Oliver se avocó completamente en encontrar al dulce omega que lo había seducido aquella noche, lamentablemente sus esfuerzos no dieron resultado alguno.
"¿Estás seguro de que no lo soñaste?"
Las palabras de Owen, nunca se habían escuchado tan racional ¿Realmente lo soñé todo?
"No quiero dudar de tu palabra, pero estos días has dedicado mucho tiempo a buscar a ese omega y estás descuidando los asuntos de la empresa, si sigues así tendremos a tu padre nuevamente metido en aquí."
Cada uno de sus argumentos eran muy certeros, no podía seguir ocupando todo su tiempo en la búsqueda, pero realmente necesitaba encontrarlo.
"Amigo, lo mejor que puedes hacer es dejar a alguien a cargo, se que eres muy reservado con tus asuntos, pero es lo mejor en este caso."
"Necesito a alguien muy eficiente y totalmente discreto, no quiero que mi padre se entere."
"¿Qué te parece Noah?"
"¿Quién es Noah?"
La personalidad de Oliver era muy poco sociable, no le gustaban las reuniones sociales, tampoco se interesaba mucho en establecer relaciones personales mucho menos en el trabajo. Las únicas personas con las que se relacionaba en el trabajo eran Owen y la añosa Sra. Floyd, el primero era su mejor amigo y la segunda era la secretaria de padre.
"Amigo, no es posible que no sepas los nombres de tus empleados. ¡Noah Myers mi secretario! No pongas esa cara, ha estado decenas de veces en esta oficina y en varias reuniones de directorio."
Por más que se esforzaba nunca pudo recordar a esa persona, para Oliver recordar los nombres de los empleados no tenía mucha importancia, siempre tuvo un trato cordial con ellos, pero nunca mostró mayor interés en individualizar a alguien con un nombre.
"Es muy eficiente y reservado. Estaré de viaje por varias semanas y no podrá ir conmigo, así que puedes pedirle que te ayude."
La expresión de Oliver no era la mejor, pero Owen tenía razón no tenía más opciones
"Creo que no tengo una mejor opción, dile que venga"
***
Cuando Noah entró a la oficina de Oliver este estaba inmerso en un sin fin de papeles por lo cual no pudo percatarse de su presencia hasta estuvo al frente de él.
"Buenas días, el señor Owen me pidió que trabajara con usted"
Cuando Oliver levanto la mirada vio a un joven secretario, delgado con unas horribles gafas ópticas y un flequillo tan largo que impedía apreciar bien su rostro. Era todo lo contrario al concepto de eficiente y reservado que había imaginado cuando Owen lo describió
"Así es, necesito que realices una investigación muy especial. Necesito que encuentres a una persona."
"Muy bien señor, no hay problema ¿Me puede decir a quien debo buscar?"
"Esa es precisamente la gran dificultad de esta investigación, debes encontrar a una persona, pero no sé quién es"
"¿Cómo?"
"Lo que escuchaste... no lo sé, solamente sé que es un Omega, joven de ojos claros y un tatuaje de mariposa en el pubis"
Noah saco inmediatamente una libreta y anotó diligentemente los detalles.
"¿Algo más?"
"No, nada... solo lo vi una noche."
Las expresiones del secretario eran inmutables, cerro su libreta y observó detenidamente la oficina.
"Si usted quiere que encuentre a esa persona necesito trabajar cerca de usted. Me ha dicho que es una investigación de la cual nadie debe enterarse, creo que lo mejor traer mi escritorio a su oficina."
Las palabras del secretario descolocaron mucho a Oliver, no le gustaba relacionarse con la gente y poner otro escritorio en su oficina era como una invasión a su privacidad.
"No, creo que sea conveniente, no me gusta tener gente cerca de mí."
El secretario guardó su libreta que levanto el rostro, su cara continuaba sin hacer la más mínima expresión.
"Entonces no puedo ayudarlo, si me disculpa, me retiro"
Dio la media vuelta y salió de la oficina.
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La Búsqueda de la Mariposa ( Finalizada)
RomanceEn una fastidiosa fiesta de alta sociedad, un hermoso Omega vestido de Mujer seduce al antisocial Alpha Oliver Dunne. Aquella barrera impenetrable fue derrumbada por un bello chico de ojos tan claros como el agua. A la mañana siguiente el Omega se h...