CAPÍTULO 49

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Los juicios largos siempre desgastan a los involucrados, así también fue para el viejo Williams, después de la resolución a favor de Noah el corazón de su abuelo colapsó.

Un infarto lo dejó postrado en un hospital con un pronóstico no muy alentador.

A su alrededor solo había doctores, enfermeras y unos secretarios.

Solo un día fue visitado por Maya.

“Nunca en mi vida pensé que llegaría a verte así, siempre pensé que serías eterno”

Su abuelo abrió los ojos cuando escuchó su voz. Su pequeña princesa lo estaba visitando, los ojos celestes del viejo brillaron.

Cierto fenómeno le ocurre a las personas cuando se aproximan a morir, y buscan irremediablemente ser perdonados. ¿Arrepentimiento? ¿Miedo? Nadie lo sabe, quizás sea la incertidumbre de no saber que les pasará luego de fallecer… nadie lo sabe.

“Se que no puedes hablar… pero no es necesario que hables, solo quiero que escuches… Desde que perdí a  mi padre y luego a mi madre, fui criada por ti, como una joya que pronto venderías, mi valor siempre fue monetario… por mucho tiempo estuve ciega y confundí tu dedicación con amor y cuando por fin abrí los ojos tus palabras se enterraron en mi corazón como una daga que envenenó mi alma”

Los ojos de viejo se expandieron y estremecieron con el relato.

“Yo era para ti un ganado en engorda y luego me vendiste… yo tampoco era una buena persona y poco a poco me estaba transformando en un monstruo igual que tú, pero tuve la suerte de encontrar una hermosa y cálida luz en mi vida, el amor de Owen me salvó. Aún creo que no lo merezco, pero créeme todos los días intento cambiar para él y el hermoso rayo de luz que pronto nacerá”

Maya tomó la mano de su abuelo y la puso en su vientre.

“Lo que tanto querías… tócalo, siéntelo, está será la única vez que tendrás contacto con él… lo siento abuelo… yo te perdono, pero no puedo dejar que te acerques a él”

Los ojos de viejo comenzaron a llenarse de lágrimas.

“ Solo vine a decirte que te perdonaba, pero jamás dejaré que lo conozcas, quiero que mi hijo crezca lejos del odio”

Luego retiró la mano y se dirigió a la puerta.

“Yo te he perdonado, pero no sé si Elián podrá hacerlo”


La Búsqueda de la Mariposa ( Finalizada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora