CAPÍTULO 23

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Maya recorría la joyería como una princesa, todo el personal se desplegaba para atenderla. Comprar era una de sus grandes rutinas, sobre todo cuando estaba molesta.

Su abuelo la había consentido desde pequeña y estaba acostumbrada a tener todo lo que quería, pero esta vez no fue así. Estaba comprometida con Oliver, pero este le dejó muy claro que jamás la amaría y que su matrimonio seria solo de nombre, por más que intentó enamorarlo nunca pudo ser rival para su hermano.

Le pidió a su abuelo que no le hiciera daño a Noah, pero al mismo tiempo le pidió que lo alejara de Oliver, su conciencia la atormentaba constantemente.

Compró un sinfín de cosas que no necesita, pero le encantaba comprar y por lo general lo hacía con fines terapéuticos. Cuando se disponía a pagar reconoció una figura conocida.

Alto, atlético, cabello castaño, hermosos ojos verdes y rodeado siempre de mujeres... Owen Jones.

Maya se acercó al mesón donde Owen coqueteaba con la vendedora, estaba comprando un hermoso anillo de diamantes.

"Veo que no pierde el tiempo sr Jones"

Owen sacó su tarjeta para pagar el anillo y respondió sin ni siquiera mirar a Maya.

"Buen día señorita Williams, tiempo sin verla"

(...)

Maya se sorprendió por la actitud de Owen, siempre la había llamado por su nombre y siempre tuvo un trato afectuoso con ella, esta frialdad la incomodo un poco.

"Ese es un hermoso anillo, supongo que la mujer a quien regalará ese elegante detalle estará muy feliz"

Owen seguía sin mirar la cara de Maya, al contrario, solo miraba coquetamente a la vendedora, haciendo que esta se ruborizara.

"Eso espero, quiero ver su hermoso rostro sonriendo"

La frente de Maya se llenó de arrugas

"Que rápido olvida sr Jones, hace poco me estaba jurando amor eterno y ahora tiene una nueva novia"

Cuando escucho esas palabras, Owen no pudo hacer más que reír a carcajadas.

"Realmente usted no tiene limites señorita Williams, esta tan acostumbrada a tenerlo todo que no puede aceptar que no todo gira a su alrededor"

La expresión de maya se había estropeado por completo, sentía que en cualquier momento comenzaría a romper todo en la tienda. Owen solamente volteo la cara y la miró directamente a los ojos.

"No puede seguir actuando de esa manera, nada bueno se obtiene de tales caprichos" luego tomo el anillo y abandonó la tienda.

Maya quedó sola con una ira contenida, como era posible que este hombre la trate de esta manera, como su tuviera lástima de ella. Por un momento sintió un gran vacío en el pecho y las ultimas palabras de Owen daban vuelta en su cabeza.

Levantó la cabeza y se encontró realmente sola.

En el aire un suave olor a feromonas había quedado en el lugar, menta y limón.

El rostro de Owen vino repentinamente a su cabeza. 

La Búsqueda de la Mariposa ( Finalizada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora