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ACTUALIDAD
— Vamos, más les vale llevarse bien para tener éxito en esto chicos.
Animé, desde la llegaba, había un intenso ambiente entre Kuro e Ichiro, ambos se miraban con odio, coloqué una mano sobre la cabeza del azabache mientras que la otra la coloqué sobre la cabeza del albino.
— Vamos, vamos.
Avancé siendo seguida por ellos, me fijé que habían dos guardias vigilando la zona, tenían armas aunque no usaban balas reales, sino, balas que quitaban el Kosei.
— Bien, ustedes dos, ingresen por la parte de atrás y consigan la mayor información, si fallan se lamentarán. — Dije lo último en tono amenazador, ambos me miraban expectantes.
Estos se marcharon y yo quedé adelante, saqué mi arma y les disparé, dejándolos inconscientes. Ingresé sin problemas al escondite, por suerte, no habían cámaras allí, seguí caminando hasta llegar al final donde daba a una habitación, cuidadosamente entré encontrándome con un niño.
Me extrañó que tuvieran a un niño encerrado, aproximadamente tenía 7 años, sus ojos estaban opacos, tenía una expresión triste, su cabello era color rojo puro.
— ¿Quién eres? — su voz apagada se escuchaba demasiado bajo.
Me acerqué con precaución al niño y me senté en el borde de la cama.
— Hola, pequeño, ¿Cuál es tu nombre?
— Kyo... — Respondió.
— Kyo, yo soy Masami, una héroe.
El niño me observó en silencio como si no creyera del todo, terminó por desviar la mirada.
— S-Seguro mientes como los demás.
— ¿Quieres salir de aquí? Ven conmigo y te protegeré.
Los ojos del niño dieron un sutil brillo, extendí mis brazos, dudó pero finalmente se lanzó a mis brazos, como si buscara más protección, seguramente a este niño lo usaban.
lo cargué en mis brazos y salí de allí, aproveché por llamar a los que me acompañaban, los cuales, no tardaron en venir a mi posición.
— Masami... ¿Quién es el niño? — Preguntó Kuro.
— Al parecer lo usan para fines malvados. — respondí. — Ichiro, llévate a este niño a la academia, dáselo a Aizawa y pide que lo revisen y cuiden hasta mi regreso. También pide que investiguen sobre sus familiares.
— Pero Masami, ¿No vendrás conmigo? —Preguntó Ichiro.
— No, adelantate, ¿si? Me quedaré a investigar un poco más. Vete.
