Capítulo 18 "Wifi"

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Estaba apenas comenzando con mis votos cuando olvidé lo que venía después, estaba nerviosa, la bilis amenazaba con subir por mi garganta en cualquier momento, Aiden se acercó, acarició mi mejilla y puso sus labios peligrosamente cerca

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Estaba apenas comenzando con mis votos cuando olvidé lo que venía después, estaba nerviosa, la bilis amenazaba con subir por mi garganta en cualquier momento, Aiden se acercó, acarició mi mejilla y puso sus labios peligrosamente cerca.

— Comienza a hablar si no quieres que te mate yo mismo luego, todo el maldito mundo está viendo esto.

Se alejó sonriente, soltando mi rostro después.

Tenía que hablar, de lo contrario lo pasaría muy mal después.

— Lo lamento, estoy muy nerviosa — sonreí, viendo a las personas atentas a nuestras palabras— Comenzaré de nuevo. Yo, Jules Kash, te tomo a ti, Aiden Colin como mi esposo, porque no es casual la forma en que nos conocimos, tampoco es casual lo rápido que nos llegamos a amar. Así mismo, no es casual que tú este aquí frente a mí escuchando la forma en que me comprometo a ser tu compañera fiel y frente a mis amigos y familiares prometo amarte en los buenos y malos momentos y recordar siempre ser muy paciente incluso ante tus impaciencias. He venido hasta aquí para unirme a ti y enfrentar la vida y sus sorpresas hasta que los designios de Dios nos separen.

— Ahora señor Aiden ¿quieres recibir a Jules como esposa, y prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y, así amarla y respetarla todos los días de tu vida?

— Yo acep...

Las pantallas a los costados del altar, dónde reproducían la música y bonitas imágenes de nuestras vidas desde el nacimiento, cambiaron abruptamente, en esta ocasión mostraban a mi padre y a mamá, discutiendo en las escaleras.

— ¡Ella es sólo una niña! ¿De qué estás hablando?

— ¡Tú vas a hacer lo que yo diga! — zarandeándola con fuerza— Jules va a vivir el mismo espantoso futuro que tú zorra, las mujeres sólo sirven para chupar el pene del hijo de puta que las alimenta, las viste y las folla ¡Ese es tu lugar!

Palidecí.

Mamá... ella... el hijo de puta que se hace llamar mi padre la trataba horrible.

— ¡No dejaré que mi hija viva el mismo infierno que yo! ¡Me la llevaré y te quitare todo lo que me robaste!

— ¡Saquen esto! ¡Seguridad! — comenzó a gritar mi padre, todo esto esta viéndose en vivo en televisión, todo el mundo vería esto— ¡Apaguen los proyectores!

— Si no te callaras y actuarás según lo que dicto, es mejor que mueras.

Tomó su cabello y la golpeó contra la barandilla de la escalera, mi madre dejó de moverse en ese instante, pero eso no le bastó a ese animal, jalando su cabello, la levantó, carcajeó con malicia, viendo a mi madre inconsciente o... quizá muerta, para después empujarla sin piedad por las escaleras.

— Ups... eso te pasa por estar siempre ebria... amor...

Miré horrorizada a mi padre ¿Cómo podía haberle hecho eso a mi madre? Esa mente enferma y retorcida... este hombre no debería estar en libertad, debería estar en la cárcel, dónde los asesinos cómo él pertenecen.

A dos pasos de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora