Capítulo 30 "Días sangrientos"

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Arrodillada entre sus piernas, lamí su extensión por completo, concentrándome en su glande, lamí la punta, y la metí en mi boca, ahuequé las mejillas y succioné con fuerza, escuchándolo perder el control, gimiendo alto, enredando sus dedos en mi c...

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Arrodillada entre sus piernas, lamí su extensión por completo, concentrándome en su glande, lamí la punta, y la metí en mi boca, ahuequé las mejillas y succioné con fuerza, escuchándolo perder el control, gimiendo alto, enredando sus dedos en mi cabello, soltándome inmediatamente después.

Smile tenía miedo de lastimarme o de ser él mismo cuando estamos teniendo sexo, sé muy bien lo salvaje que en realidad es, y para ser sincera, yo también necesito que me exijan y me lleven al límite.

— Smile... háblame sucio, trátame duro.

Masturbándolo, buscando un poco de contacto visual, él tenía la vista pegada en algo tras de mí, apretando los dientes con fuerza.

— Pero Jules... eso es...

Calló en cuanto besé la punta sin dejar de masturbarlo, apretando ligeramente, sintiendo como se agrandaba más y más con cada caricia.

La boca se me hace agua de tan solo pensar en lo mucho que disfrutaría si él aceptaba.

— ¿Segura que eso quieres?

— Como juego de roles, me porté mal, creo que debes corregirme.

Sujetando sus bolas con mi mano libre, apretándolas ligeramente y luego soltándolas, repitiendo el proceso, escuchando jadeos y gemidos bajos escapar de entre sus dientes.

— Para ser sincero — sujetó mi mentón y acarició mi labio inferior con su pulgar, metiéndolo luego a mi boca, aplastando mi lengua— Tengo unas incontenibles ganas de hacerte llorar, y me asusta pensar así, quiero cuidarte.

Gemí con ganas, sintiendo la humedad entre mis piernas, estaba excitada, muy excitada... y drogada, lo que potencia todas mis emociones.

— Hazlo, hazlo por favor, hazlo...

Hablando aún con su dedo en mi boca, succionando con fuerza después.

— ¿Ya estás hambrienta? Apenas comienzas.

Quitó su dedo y él mismo comenzó a masturbarse con rudeza, sin apartar su mirada de la mía, gimiendo, jadeando y gruñendo sin escrúpulos, separando las piernas para darme una mejor visual y una probadita de lo lascivo que podía ser.

— Quiero alimentarte.

Asentí tragando grueso, hincándome bien en el piso, apoyando mis manos en sus muslos, Smile sujetó mis cabellos con su mano, guiándome hasta su pene.

— Chúpalo bien.

Lamí mis labios y besé la punta de su pene.

— Gustosa seré tu títere si después me coses.

Sonrió con malicia y empujó mi cabeza y sus caderas al mismo tiempo, metiendo su pene hasta mi garganta, ahogándome, intenté apartar la cabeza, pero no me lo permitió, gemí y levanté los ojos para ver como sonreía de lado y alzaba su ceja, él estaba en su papel de pareja dominante en estos momentos, yo le pedí este juego de roles, así que acepté el reto.

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