Capítulo 8

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LENA POV

― ¿Cómo estás?

Kara suspiró dejando caer la cabeza contra el sofá. Se quedó mirándome.

―Miserable.

Aparté una hebra de cabello de su frente.

―Si sirve de algo, haces que miserable se vea hermoso.

Me sonrió y se inclinó, descansando la cabeza contra mi hombro.

―Gracias a Dios te tengo aquí conmigo o perdería la cabeza.

―Lo sé. ―Apreté su rodilla con suavidad―. Lo estás haciendo bien.

Mentí. No estaba haciéndolo nada bien, pero algunas mentiras son simplemente necesarias. Alex y Rubí solo llevaban dos horas ausentes y ya le había mandado mensaje a James dos veces para ver cómo estaban. Tuve que darle crédito al tipo, estaba siendo muy paciente con ella.

― ¿Cuánto tiempo llevan fuera? ―se quejó.

Mi cabeza cayó contra el sofá, igual que la de ella.

―Diez minutos más que la última vez que preguntaste.

Hizo una mueca.

―No tiene caso, no voy a lograrlo.

―Sí lo harás. ―Me puse de pie y la tomé de las manos para que se levantara conmigo―. Vamos. Quiero mostrarte algo.

― ¿A dónde vamos?

La llevé de la mano a la puerta principal.

―Silencio. Ya verás.

Sosteniendo la puerta abierta para que saliera, llamé a Diesel que estaba dormido y roncando en el porche.

―Ven aquí, bastardo perezoso. ―Abrió los ojos y lentamente bajó los escalones hacia mi camioneta. Agaché la cabeza y él levantó la suya―. Bueno, vamos, sube ―ordené. Dio dos pasos hacia atrás, corrió y saltó al asiento trasero de mi camioneta, acomodándose a sus anchas en medio de las dos sillas de seguridad.

Caminé hacia el lado del piloto y me subí mientras Kara que me miraba de reojo. Lanzándole una amplia y cursi sonrisa, encendí el motor y salí del camino de entrada.

Después de conducir hacia el norte unos quince minutos, preguntó de nuevo.

― ¿Vas a decirme a dónde vamos?

―Quiero revisar algo y pensé que también querías verlo.

La respuesta la tranquilizó por el resto del viaje.

Mientras nos cogíamos de las manos en silencio, Kara miraba la hora en su teléfono cada diez minutos. Un rato después, llegamos a la granja de mis padres. Las piedras resonaron y las hojas crujieron bajo mis neumáticos mientras conducía la camioneta por el camino lateral de la casa, hacia la izquierda, donde por lo general los vehículos no llegaban.

― ¿Qué estás haciendo? ―exclamó Kara.

―Ya verás. ―Le guiñé un ojo.

Manejé la camioneta con cuidado alrededor del taller de mi padre y aplasté algunos pastos altos hasta que el granero saltó a la vista. Kara sonrió cuando lo vio, todavía con el ¿Te casarías conmigo? #30 pintando de rojo en un costado. Aunque la lluvia lo había deslavado un poco, no había desaparecido por completo. Esperaba que jamás lo hiciera.

― ¿Qué estamos haciendo aquí?

Estacionando la camioneta, salté y la rodeé para abrirle la puerta.

Room For A Little Bit More(Super corp gip) parte 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora