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YERIK

Entrelacé mi brazo con el de Tom luego de que se parara a mi lado. Su fragancia varonil invadió instantáneamente mi nariz y mis sensaciones se rindieron ante el aroma, una acertada decisión de Tom.

- Cuando entres – dijo Nathan al mismo tiempo que se acercaba a nosotros. No pudo evitar dirigir sus ojos hacia el brazo de Tom y levantar la mirada hacia nosotros. No estaba muy convencido de la situación, lo noté cuando tragó notoriamente - Anda directo a la mesa más larga. Allí vamos a estar con Amélie.

- Bueno - respondí alegre. Nathan le dirigió una última mirada a Tom y se alejó de nosotros.

- Te tocó un hermano muy cuida – susurró.

- Me hace sentir mejor y más segura

- ¿No te gustaría tener un poco más de libertad y poder hacer lo que quieras sin que nadie este detrás de vos? – Dimos unos pasos hacia adelante para de a poco adentrarnos al salón.

- Nunca tuve alguien que hiciera eso por mí. Por eso, no me molesta en lo absoluto lo que él haga. Me hace sentir bien que este cuidándome constantemente.

- Celos de hermano - le pasó la tarjeta al de seguridad.

- Pasen - nos dejó el paso libre.

Una vez adentro del lugar, aprecié la decoración con atención, era espléndida. Telas de colores que cruzaban de un lado a otro, globos colgando con diferentes formas, la elección de algunas luces blancas hacía que los detalles menos pensados resaltaran.

- Chicos - nos llamó una joven que, aparentemente, era la fotógrafa de la fiesta - Pasen por ahí, así les saco una foto - nos posicionamos frente a una tela blanca y escuché el ruido de la obturación - Gracias - nos agradeció con una sonrisa. Tom me tomó de la mano de forma a normal, sin entrelazar nuestros dedos - Ven - me llevó hasta la mesa donde estaban todos. - Ellas son Kate y Jackie - me presentó a las dos chicas faltantes en mi grupo de amigas. Las saludé de forma cordial y le solté la mano con brusquedad.

- Aún no tenés derecho a tomarme de la mano - dije sarcásticamente y me encaminé hasta la mesa principal, donde estaban Nathan y Amélie esperándome.

- Recuerdo haberte dicho que a penas entraras, vinieras para este lado - inquirió mi hermano una vez que estaba sentada a su lado.

- Nathan, no seas tan controlador. Es tu hermana y solamente fue a conocer a las chicas que hoy no fueron - lo reto Amélie.

- Si, pero Tom la tomo de la mano – contestó medio alterado.

- No te preocupes - me miro y arqueo una ceja - Con Tom no pasará nada. No es mi tipo y, además, es amigo tuyo. Guárdatelo - apoyé mi dedo índice en su cabeza y lo apunté - ahí.

- Eso decís ahora, quiero verte más adelante.

- Esto me hace acordar a la historia Abril y Jay. - Nathan la miro y le hizo una seña. - Te comportas igual que el hermano de Abril cuando se enteró que Jay andaba detrás de ella.

- Yo la cuido - excusó Nathan.

- Y lo permito - volvió sus ojos a mí. Debería enojarme, pero no me molestaba que el actuara así - Nunca tuve alguien que anduviera así, muy pendiente de mí. Me hace sentir bien que Nathan tenga esas actitudes.

- Alguien que comprende a lo que voy - dijo levantando las manos y mirando el techo. Con Amelie nos miramos y largamos una risa ante el acto de mi hermano.

XXX

- Sentarse en la barra es una de las mejores cosas que puedo hacer hoy - dije mientras apoyaba mis glúteos en el taburete más cercano. Estaba rodeada por las chicas, que andaban conmigo de acá para allá - Sé que soy nueva acá pero no es necesario que me respalden - dije bromeando y llame al barman.

Amigos Con Derechos: Donde todo comienza (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora