Capitulo 29

668 16 0
                                    

(http://www.youtube.com/watch?v=EcjIbA_jD_4)

7 Meses Despues.

El tiempo pasa rapido y todo va cambiando. Mi estadía en Londres se va reduciendo a cuatro meses y eso es poco para mi. 

Londres, ¿Qué puedo decirte? hasta te comportaste bastante bien conmigo. Pensé que me ibas a tratar peor, pero no. 

Hoy me senté en el suelo de mi balcón sin importar que estuviese lloviendo y menos que en estos momentos estuviéramos a grados bajo cero. Mi vista estaba dirigida hacia el Big Ben, que lo teníamos a pocos metros de donde estabamos viviendo ahora. 

La mudanza habría sido agotadora a mitad de año, por suerte fue al tercer mes que estaba acá. Eso no importaba ya, ahora estaba sola, pensando en una vuelta que se daría pronto.

-¿Qué haces acá sola? - escuché la voz de Tom sonar justo detras de mí.

-Pensando - contesté serena. El cerró la ventana que llevaba a donde estabamos ahora y se sentó a mi lado, tomando mi mano con delicadeza y algo escondida para que solamente nosotros supieramos lo que estaba pasando.

-¿En qué pensas? - Noté su curiosidad y deposito un beso en mi mano, haciendo que hiciera una media sonrisa.

-En todo. En como se vienen dando las cosas, en lo bien que me trató la ciudad.

-Vos hiciste que te tratará así.

-Si, lo sé. Pero, no pensé que me iba a tratar tan bien - dije riendo y apoyé mi cabeza sobre su hombro, sin despegar la mirada del Big Ben que estaba frente a nosotros.

-Espero que siga tratandote asi. No quiero arruinarte la ilusión, bonita, pero acordate que aún nos queda hablar con Nathan de esto - Levantó un poco su mano y reí.

-No me olvidé de eso. Fue dificil mantenernos escondidos este tiempo - pensé un poco. 

-¿Dificil? Dificil si lo sentiste con la mitad de tu corazón - Dijo chistoso a lo cual reí - Tu sonrisa es tan dulce - dijo algo tierno.

-No empeces con lo cursi, Tom - despegué mi cabeza de su hombro y deposité un beso en su mejilla - Gracias.

-¿Por qué? - Giró un poco su cabeza para poder mirarme, haciendo que sus ojos de color avellana y los mios de color claro, se encontraran. .

-Por todo - besé sus labios con suavidad y volví a la misma posición que estaba antes. 

-Te amo, Yer - Susurró a media voz, provocando que me estremeciera y que una corriente electrica recorriera parte de mi columna. 

-Yo también te amo - respondí con dulzura y manteniendo mi mirada en el espectacular panorama de la lluvia junto al Big Ben. Fruncí un poco el ceño al sentir que alguien sollozaba - ¿Tom? - levanté mi mirada y noté que un lagrima recorría su mejilla - Amor, ¿Qué pasa? - Limpié con mi dedo pulgar esa gota de agua salada. Agachó su cabeza, miró un par de segundos el piso y volvió hacia a mi. 

-Soy muy sentimental - dijo tratando de ocultar su sentimiento. Giro su cuerpo para poder quedar frente al mio, tomó mi rostro con sus dos manos y pego su frente a la mía. Sus pulgares acariciaban mis mejllas, tratandome de mantener en calma. Cerró los ojos para mantenerse en otro lado y suspiró de forma profunda. - ¿Qué voy hacer con vos? - dijo con una voz profunda. Me encogí de hombros.

-No lo se.

-Sh - Me chilló - ¿Podes cerrar los ojos y concentrarte en el momento, mi amor? - Reí un poco e hice lo que me pidió - Dejate llevar por el ruido de la lluvia.

-Está bien - Cuando todo queda en silencio, no hay mejor cosa que escuchar el sonido de las gotas caer. Tranquilizador, a veces algo deprimente, te ayuda a mentener tu mente trabajando en lo que no debe. Pude sentir lo que Tom habia sentido unos segundos atras. Una angustia invadió mi pecho, haciendome pensar que dentro de poco nos ibamos a separar y era lo que mas iba a extrañar de mi estadía. Sentí como unas lagrima comenzaba a caer por mi mejilla izquierda, como mi garganta se secaba de a poco. Ahora era su pulgar el que acariciaba con suavidad el lugar donde la gota caía. 

-Abrí los ojos - Me negué a hacerlo, no quería verlo llorar de la misma manera en la que lo estaba haciendo yo - Quiero verte, Yer. Se que sentiste lo mismo.

-Lo hice - dije quebrada y rompiendo, bastamte, en llanto. - Sentí lo mismo y es por eso que no quiero mirarte, porque es peor ahora - Sentí como sus labios se pegaron a los míos con brusquedad. Fue un beso largo, uno de los mas largos que tuvimos hasta ahora, lleno de historia y de sentimientos. Se separó un poco, dejando que nuestros labios se rosaran.

-Te amo, y eso nada lo va a cambiar - Asentí y volvió a besarme. 

-Yo también te amo - Dije entre besos. Apoyé mi cabeza sobre su hombro, hundiendo mi rostro en su cuello.

-Perdón por hacerte sentir así - susurró algo decepcionado y frotando mi espalda con sus manos.

-Lo necesitaba - cerré los ojos y deposité un par de besos en su cuello.

-No hagas eso, me da cosquillas - dijo algo sonriente y dejando de lado la tristeza de recién. Respiró de forma profunda y volvió a hablar - En serio, lo siento.

-Amor, no te preocupes.

-No quise hacerte sentir mal - No entendía que era lo que pasaba - No quiero hacerte mal, no quiero herirte. El día que lo haga, me voy a enterrar vivo.

-Tom ¿Qué te pasa? - fruncí el ceño lo suficiente y me acomodé para poder mirarlo bien, quedando frente a frente de nuevo. 

-Se que suena estupido, pero si en estos cuatro meses cometó una locura y eso hace que te haga mal a vos, te juro, por lo que mas quiero, que desaparezco y no me vas a ver nunca mas.

-¿Por qué lo decís?

-Tengo miedo de hacerte mal, en serio - Reí un poco y besé sus labios con rapidez.

-Por ahora no lo has hecho, ¿Qué te hace pensar que lo podes llegar a hacer? 

-No lo se - dijo encogiendose de hombros - Las salidas que se vienen, los conciertos, y demás. Eso me hace pensar que puedo llegar a hacerte algo que te haga mal y realmente, no quiero perderte. 

-Tom, sos un amor de persona. No creo que hagas algo mal.

-Solo quiero hacerte saber como me siento ahora, nada mas - Besó mis labios y reí.

-No sabía que pensabas eso - de a poco me iba cayendo para átras - Me estoy cayendo, bombón.

-No importa, hermosa - siguió besandomé al punto de que mi espalda golpeara contra el suelo del balcón y el quedara encima de mi - Te amo, te amo, te amo - dijo en forma repetitiva mientras me daba besos cortos.

-¡Ya entendí! - sus labios pasaron de estar en mis labios a la piel de mi cuello, lo cual me generaba cosquillas que me dejaban largar una carcajada - ¡Basta, basta! - rogué entre risas.

-¿Viste que feo que es que te hagan eso? - su aliento rozaba mi cuello. Comencé a acariciar su pelo de manera brusca. 

-Si, lo se, pero me encanta hacertelo - un silencio nos rodeó por uno segundos, hasta que decidió mirar la hora en su reloj pulsera.

-Amor, tenes que ir a trabajar - masculló mientras se separaba de mi y apoyaba sus pies en el suelo del balcón.

-Siempre arruinando los mejores momentos - Sonrío tiernamente y me ofreció una mano para que me levantara.

Amigos Con Derechos: Donde todo comienza (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora