6

1.1K 25 0
                                    

-Vamos Tom, apúrate que el agua no esta tan linda para que nos quedemos acá – Jess hacia la plancha y tiraba agua por su boca como si fuera una fuente. Apreté los labios para no reírme al verla flotar. Volví hacia al borde de la pileta y me apoyé sobre el con los brazos cruzados.

-¿No sabes nadar que estas agarrada del borde? – preguntó Nathan mientras se sentaba al lado de mis brazos, dejando que sus pies tocaran el agua. Negué con la cabeza - ¿Cómo hiciste para salir de lo profundo cuando Tom te tiro?

-No lo sé – miré mis piernas como si les agradeciera por haberme regresado a la superficie - Me estoy preguntando lo mismo. Creo que la desesperación por salir me ayudo.

-Menos mal que no te dio un calambre – levantó sus pies al borde de la pileta y llevo sus rodillas hasta su pecho para abrazarlas.

-Eso es tener suerte. ¿Cómo la pasaste anoche?

-Bien. Estuvo bueno hacer que Tom se pasara de copas – rio y le pegué en la rodilla.

-¿Cómo vas hacer eso?

-¿Ahora lo defendes después de que intentó hacer que te quedes con él? – rodee los ojos e hice fuerza para salir de la pileta. Me senté a su lado, dejando que mis pies se mantuvieran bajo el agua - Siempre hacemos lo mismo. Si no es él, es Max o Jay o yo.

-¿Y Siva? – movía mis pies de atrás para adelante, empujando el agua de un lado para otro y generando algunas olas.

-Nunca se pasa de copas, más que nada por Nare. Toma y parece una esponja – lo fulminé con la mirada y largó una carcajada.

-¿Vos no tenés novia, Nathan?

-Ella sale con nosotros siempre, igual que Abril y Ciara. Se arman una gran fiesta – nos quedamos en silencio por unos segundos hasta que volvió a hablar - Hablando de eso, tengo que ir a hablar por la fiesta de hoy– Fruncí el ceño y me tire un poco para atrás.

- ¿Fiesta? ¿Hoy? ¿Otra más?

-Si, mamá se va de viaje ahora en la tarde y nos deja la casa sola por unos días. Como en su momento era el mayor, me dejó a cargo. Supongo que ahora, como viniste vos, vas a ser la encargada de cuidarnos.

-Ah si claro, estás completamente loco - hizo un tierno puchero y parpadeo rápidamente, haciéndome el gesto que tendría un cachorrito -Esta bien – termine cediendo. Su cara me había comprado.

- ¡Si! – Dijo triunfante y se paró - Voy a hablar con mamá de eso – se dirigió hacia adentro y desapareció en el pasillo que adentraba a la casa. Sin embargo, no pasó mucho tiempo para que Tom apareciera con las toallas en mano. Me alcanzó una y las demás las dejó en el borde de la pileta.

-¿No vas a entrar de nuevo? – Levanté la vista hacia a él y achiné los ojos por el sol. Negué con la cabeza y me volví hacia Jess.

-No sabe nadar, Tom.

-Lamento lo de recién entonces – Apoyó una mano sobre mi hombro – No tenía idea de que no sabías nadar. Por suerte, no te dio un calambre.

-Está bien. No te preocupes, ellos igual recién se enteraron – me dirigió una pequeña sonrisa de lado y se sacó la remera. Un tatuaje resaltaba en su lado derecho del cuerpo. - ¿Rock & Roll? – leí en un susurro.

Dejó su remera en un costado y me miro – Si, dice Rock And Roll. – levantó su brazo y acaricio su piel, donde estaba la frase.

-¿Te dolió?

-Un poco si – pasó su mano por encima de las costillas – Más de ese lado. Como hay huesos, duele un poco más que donde hay solamente músculos – asentí con mi cabeza y él se tiró de clavado al agua. No dudo en salpicar a Jess y comenzar con una nueva guerra. Los gritos de Siva y Jay me interrumpieron la escena. Ambos salieron corriendo de adentro de la casa y no dudaron en tirarse a la pileta.

Amigos Con Derechos: Donde todo comienza (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora