Amigos Con Derechos: Donde todo comienza (en edición)

Capitulo 17

-Vos tenes una novia que cuidar – Le recordé a mi hermano que se estaba metiendo donde no debía.

-Si – Me tomo de la muñeca y miro al chico de mala manera – y si te metes con mi hermana, te voy a romper la cara de una piña – lo amenazo y empezó a tironearme hasta donde estaban todos sentados.

-Ya, ya – le dije soltándome de su agarre y acomodándome la remera.

-Ojo con lo que haces Yerik – Rodee los ojos y me senté en uno de los tantos sillones que habían ahí.

Tom se desplazo un poco por este hasta llegar a mi lado y reír de forma irónica - ¿Qué? – le pregunte de mala manera.

-Se que tu hermano te saco de la pista de baile, pero no es culpa mía. Así que conmigo no te la agarres – tomo el porrón de cerveza que estaba tomando y se lo llevo a la boca.

-Voy admitir que esos no eran celos de hermano. El chico no iba hacer nada – Tom levanto sus dos cejas de forma rápida y apoyo el porrón encima de la mesa.

-Es tu hermano. Cuanto chico se te cruce, va a impedir que se te acerque.

-Quisiera ver su reacción cuando sepa que te enamoraste de mi – largue una risa y lo mire. Nuestras miradas se encontraron, haciendo que la gente desapareciera, como si en el lugar solamente estuviéramos nosotros dos.

-Yo no voy a ser el primero que se enamore – beso mi mejilla y se termino parando, para dirigirse a un lugar, vaya a saber cual.

Florencia me miro desde la otra punta del sillón y carcajeo al ver lo que había hecho Tom. Rodee lo ojos, bufe y apoye mi cabeza contra la mesa.

Sentí que alguien se aclaro la garganta a mi lado. Mire las piernas de la persona y supe ahí no más que era Flor.- ¿Qué queres? – le pregunte sin despegar mi frente de la mesa y manteniendo mis ojos fijos en el piso.

-Eso fue tierno – levante mi rostro y la mire frunciendo el ceño.

-¿Es joda, verdad?- Negó

-No creo que el se enamore tan rápido como vos – Sonrío cínicamente.

-Aun no me enamore – dije ofendida.

-Lo se, pero vas a ver que te vas a terminar enamorando – Tomo un mechón de pelo y lo paso por detrás de mi oreja.

-“El que se enamora primero pierde” – repetí las palabras que el había dicho el día que acordamos ese juego.

-Y esa serás tú.

-Teneme un poco de fe, Flor. – riendo a carcajadas y se tiro para atrás.

-Mejor me iré a caminar un poco. Me estoy agobiando acá adentro y necesito un poco de aire – me levante de donde estaba sentada y fui directo hacia la salida del local bailable.

‘Tom’

Salí del baño decidido a volver a hablar con ella. Mi plan de conquistarla para que ella perdiera, estaba en marcha. Fui hasta donde la había visto la última vez y ya no se encontraba allí sentada. Me acerque a Florencia, toque su hombro y me miro – Si buscas a Yer, salio a caminar.

-Que raro. ¿Sola? – pregunte un poco sorprendido.

-Si, necesitaba un poco de aire porque este la estaba agobiando lo suficiente.- hice un gesto con mis labios y me fui a donde estaban Joel y Ryan.

XXX

Desperté en mi habitación, en la casa donde vivíamos con los chicos. No podía recordar como había llegado hasta acá. Gire y choque con el torso desnudo de una rubia, definitivamente tuve una buena noche.

-¿Puedes irte? – le pregunte, haciendo que ella bufara – Necesito estar solo.

-Esta bien, cariño – la chica se levanto de mi cama, semi desnuda. Se cambio rápidamente y salio de mi habitación, cerrando la puerta detrás suyo, de un portazo. Fui hasta el baño, me moje la cara para calmar un poco el dolor de cabeza pero fue en vano. – Maldita resaca – dije mirándome al espejo.

Una vez que me había cambiado y todo, baje a tomar algo que me hiciera pasar este dolor, que hacia que me cabeza girara constantemente.

-Buen día – salude al entrar a la cocina, donde estaban Max y Jay, este ultimo hablando por celular de una forma desesperante.

-¿Pero no saben ni si quiera donde se metió? – pregunto preocupado, un tono de voz que me ponía nervioso. Tome una taza y me serví café. – Que macana. Bueno, ya salgo para allá – Corto y se levanto rápido de la silla. – Yerik desapareció – al escuchar esas palabras, deje de hacer lo que estaba haciendo y me gire para mirarlo.

-¿Cómo? – preguntamos con Max a coro.