Amigos Con Derechos: Donde todo comienza (en edición)

Capitulo 12

- Esta todo bien hermano. No te preocupes - Por un momento pensé que Nathan me llamaba para retarme por el beso que nos dimos con Tom. Tal vez, en el lugar que estaba, había visto la televisión y justamente salimos nosotros, pero para mi suerte y la de Tom, Nathan solamente había llamado para saber como iba todo. 

Estaba un poco fresco afuera, así que mientras hablaba con el, frotaba uno de mis brazos con la mano que me quedaba libre. 

¿Por qué le mentí y le dije que estaba todo bien, cuando no es así? Me sentía mal por haber besado al amigo de mi hermano, quien en un principio había dicho que no lo iba hacer por respeto a Nath. Pero, ¿Por que yo lo desafié de esa manera cuando en realidad debí haber hecho lo mismo? 

Muchas preguntas sin respuestas bombardeaban mi cabeza y era la peor que me pudiera estar pasando en este momento. No tenía ganas de entrar de nuevo al estadio y sentirme aún más culpable por lo que había hecho. 

- Me alegra que este todo bien. Si necesitas algo, llámame - fueron las últimas palabras de Nathan, antes de que yo me despidiera con un 'Gracias. Lo tendré en cuenta'. 

Al cortar la comunicación, mire la puerta de la entrada principal y pensé por unos segundos en lo que iba hacer. ¿Entrar o no entrar? Gran dilema y discusión para mi cabeza en este preciso momento.

- Señorita - me llamo un guardia. Lo mire y sonreí - ¿Va a entrar? - Volví mi vista a la puerta y negué.

- No. No voy a entrar - termine de responder y emprendí mi camino a casa.

'Tom'

Veinte mil cosas pasaban por mi cabeza mientras miraba el espejo del baño de hombres. Lo principal, era Nathan y de todo el sermón que me daría cuando viera las fotos o el video donde me encontraba besando a su hermana más grande. 

- Te la mandaste - me dije a mi mismo y me tire un poco de agua en la cara para olvidarme un poco de todo. Aunque, no era mi culpa que ella me haya desafiado a algo que era sabido que iba hacer. 

No iba a desperdiciar la oportunidad de besarla y de jugar con sus labios por lo menos un par de segundos. Ella quiso, yo quise. Me sorprendió un poco que respondiera tan bien cuando en realidad no me banca. 

'Los opuestos se atraen' la frase que Florencia le había dicho a Nath, esa tarde, sonaba en mi mente cada medio segundo.  Ella es la típica rusa. Demuestra ser de otro país, sin olvidarse de sus raíces, cordial, gentil, amable, divertida cuando algo le gustaba, vivía con una sonrisa dibujada en el rostro y derrochaba belleza con sólo caminar. 

Era perfecta en todos los sentidos, y por más que siempre me tratara mal, me cautivaba y llamaba mucho más mi atención. 

Deje de pensar en un momento en ella y salí del baño hasta llegar a donde estaban los chicos sentado. Yer aún no había vuelto de su charla telefónica con su hermano. Es extraño que Nathan hable más de dos minutos por teléfono.

La segunda parte del partido empezó y ella aún no regresaba. Le pregunte a Ryan si la había visto y el negó con la cabeza.

- Nathan nunca habla tanto por celular - contesto frunciendo el ceño. Me levanté del asiento en el que estaba y fui directo a la salida. 

Una vez que estaba afuera, busque con mi mirada su persona y no la encontré. El de seguridad la debe haber visto, así que me acerque a el con una sonrisa y le pregunte si la vio.

- ¿Una chica rubia, más o menos de tu altura, con ojos medianamente claros y menudita? - estaba dando en lo cierto con las descripciones. Así qué asentí y espere a que me volviera a responder - Si, la vi. Se fue para aquel lado - me señalo hacia la dirección donde quedaba su casa. - Le pregunte si iba a entrar y me dijo que no.