𝑹𝑬𝑨𝑪𝑯𝑰𝑵𝑮 𝑰𝑵 𝑻𝑯𝑬 𝑺𝑻𝑨𝑹𝑺 ཻུ ⸙͎ -𝐋𝐮𝐧𝐚 𝐋𝐨𝐯𝐞𝐠𝐨𝐨𝐝

《 024 》

Bella a la mañana siguiente se despertó mejor de lo que estaba hace unas horas atrás, su cabeza ya no le dolía y no sentía ese agotamiento físico-mental. Lo que le llamó la atención fue que la habitación estaba completamente vacía, al parecer se había quedado dormida.

Pero cuando revisó la hora no era así, inusualmente todas se había levantado más temprano de lo normal. La adolescente se lavó sus dientes, peinó su cabello y se colocó el uniforme. Por último salió de la habitación dirigiéndose a la parte principal de su sala común.

Las miradas de los Hufflepuff se dirigieron a ella apenas entró, unos murmuraban entre sí, otros se reían, otros le observaban con asco y por último, algunos la miraban con pena. Isabella no tenía idea de que pasaba, en parte estaba acostumbrada a que siempre se detuvieran en su presencia analizándola, ya sea por la forma de vestir o por los sucesos pasados con la serpiente, Draco Malfoy. Pero esto era diferente, todos parecían odiarla en estos momentos.

Un chico la pasó a llevar con brusquedad logrando que la rubia se tambaleara un poco, este siguió de largo sin disculparse.

-Al menos discúlpate, ¿No?—le reclamó Bella al chico, quién se dio la vuelta para mirarla con desdén.

-No me disculpo con enfermas mentales—respondió mirándola fijamente, el ambiente estaba tenso y nadie se atrevía hablar. La rubia no estaba entendiendo nada.

-¿Disculpa? ¿Quién te crees para venir a tratarme de esa manera?—Isabella estaba indignada, él no tenía el derecho de tratarla así, ni lo conocía.

-¿Por qué no le preguntas la rarita esa de Ravenclaw?—replicó nuevamente, antes de irse a las habitaciones de los hombres.

¿Se habían metido con Luna de nuevo? Estaba segura que empezaría la mañana repartiendo maldiciones a todo aquel se atreviera hacerle daño, mientras ella estuviera viva, no dejaría que la lastimaran.

Si en la sala común de su casa se sentía observada, en los pasillos de la escuela era mucho peor. Estudiantes le gritaban cosas, la hacían tropezar e infinidad de cosas.

-¡Muérete!

-¡Puta homosexual!

-Pobrecita, Necesitará un médico urgente para que sane.

Eran algunas de las cosas que le gritaban en los pasillos mientras se dirigía al gran comedor. Cuando sus amigos la vieron aparecer por las puertas rápidamente se la llevaron hasta el patio de la escuela. No estaban molestos, no podrían estarlo ni mucho menos cuando su mejor amiga estaba vulnerable

-Deberías ver esto, Bella.—dijo sin saludar Simon, quién le entregó un periódico dónde en primera plana salía una foto de ella con Luna, besándose.—Alguien tomó la foto y la publicó en el diario escolar, lo siento mucho.

La rubia no tenía palabras, no sabía cómo enfrentarse a esto. No estaba lista, habían descubierto que le gustaba una chica y que era Luna. Con razón todos la miraban mal cuando estaba en la sala común, por eso le decían cosas en los pasillos.

-Lo siento.—murmuró la rubia, sintiendo que en cualquier momento caería de nuevo. Los tres chicos se miraron confundidos entre sí, sin saber porque se disculpaba.

-¿Por qué te disculpas—preguntó Susan abrazándola de lado—No has hecho nada malo Bella.

-Les oculté mi sexualidad, les oculté lo de Luna, perdón.—volvió a disculparse la rubia, Simon y Amelia soltaron una diminuta risa—¿De que se ríen, idiotas? Esto es serio.

-El problema no es que no nos hayas dicho nada, ya lo sabíamos.—habló Amelia haciendo una mueca.—Bueno, teníamos una sospecha.-La hufflepuff no sabía que decir y solo logró formular un "¿Qué?" con confusión.