Un colegio prestigioso donde el poder es el principal requisito para formar parte de su comunidad, enfrenta dificultades manteniendo su reputación a causa de un problemático adolescente. ¿Qué pasa si uno de sus estudiantes tiene como fin traspasar l...
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— Bien, en ese caso los dejamos, si sólo les dijo a ustedes que se quedaran debe ser por algo —dijo Chrollo—. Nos vemos mañana entonces, me despiden de Machi.
— Adiós, chicos —se despidió el Zoldyck, saliendo junto con Chrollo del aula.
— Dime que no fui el único que se quedó con la intriga de qué van a hacer —habló Lucifer caminado por los pasillos, chocando un poco sus hombros con los demás. Al ser la hora de la salida se formaba alboroto y los estudiantes solían llenar los corredores.
— No, de hecho, no —admitió el de ojos grandes—. Es la primera vez que los tres al mismo tiempo se quedan después de la hora de ida.
— ¿Tienes algo que hacer hoy?
— No, ¿me invitarás a ver lo que ese trío planea? —preguntó, agarrando su largo cabello en una coleta, enarcando una de sus cejas con una sonrisa.
— Nos haces sonar como unos jodidos acosadores.
— Lo seremos.
— O sea sí, pero eso no se debe admitir.
Así fue como el dúo puso en marcha su improvisado plan. De forma cuidadosa seguían a sus misteriosos amigos, pero no había sido lo que ellos esperaban, pues no hacían algo interesante o divertido, se dedicaban a simplemente recorrer los vacíos corredores hablando de cosas triviales.
— Son las putas nueve de la noche y no han hecho nada, ¿por qué querrían estar tan tarde en el colegio?
— Oh, vamos, Chrollo. Hisoka nos hizo venir aquí a las dos de la mañana, no le veo lo raro.
— Ese es un excelente punto, pero la diferencia es que ahora no sabemos el porqué, supongo que debe haber un motivo. ¿No crees? Si esa vez fue por el estúpido proyecto... ¿Ahora para qué será?
— Eso es cierto, me pregunto lo mismo —le dio la razón, sintiendo su estómago rugir—. Carajo, tengo hambre.
— Yo también, no hemos comido nada desde el receso —dijo Chrollo, viendo la hora en la pantalla de su celular—. Vayamos por algo de comer antes de que los locales cierren y volvemos, a ver si tenemos la suerte de que ellos sigan aquí.
Luego de pasar por una increíble hamburguesa al primer McDonald's que encontraron, regresaron a la escuela, dando las doce. Se habían entretenido un rato en el restaurante de comida rápida, al charlar el tiempo se les pasaba volando. Posterior a su cena, ambos tomaron la decisión de recorrer uno de los parques cercanos. Incluso fumaron un cigarrillo teniendo como excusa el fresco y frío viento, platicando sobre las posibles causas que hacían al trío estar a estas altas horas en su instituto, suponiendo un posible robo de las respuestas de un próximo examen.
Y para su sorpresa ellos seguían ahí, aunque ya no eran simples caminatas vagas.
— ¿Qué carajo? —preguntó Illumi en voz baja para no ser descubierto, su corazón de forma automática parecía querer salir de su pecho y sus manos ahora temblaban—. ¿Eso es...?
