Capitulo I

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-"Ugh..."

Le palpitaba la cabeza y tenía sed. La mujer se acurruco sobre si misma mientras tosía varias veces.

-"Mmm..."- gimió con un poco de dolor

Ella entreabrió los ojos sosteniendo su cabeza palpitante, la mujer miró a su alrededor estaba algo oscuro pero aun había visibilidad.

¿Qué paso? Definitivamente había caído de un barranco.

-"Maldición" - maldijo cuando sintió una punzada de dolor en su espalda al tratar de ponerse de pie. Al recostarse nuevamente pudo percatarse que en el lugar que se encontraba era cómodo, calentito y que... ¿ronroneaba?

Toco con cuidado lo que había detrás de ella... era suave como un pelaje, estaba sumergida en sus pensamientos cuando sintió una mirada intensa y se percató que algo no estaba bien. Al girarse lentamente abrió los ojos en estado de shock.

¿Cómo, cómo puede ser esto?

-Una bestia... - dijo de golpe

La compresión la golpeo como un rayo y un escalofrió le recorrió por la espalda. Un par de enormes ojos amarrillos la miraban detenidamente como un depredador miraba a su presa, instintivamente se movió lentamente para que la bestia que la estaba observando no la viera como una potencial presa y la atacara.

Cuando se sintió segura de que podrá escapar la mujer se levantó y corrió hacia la salida de la cueva, al mirar hacia atrás para asegurarse que no la perseguía no se percató de una piedra que estaba en su camino lo que provoque que se cayera y rodara un poco.

-"Ugh..." 

Detrás de ella se pudo visualizar una enorme figura negra surgiendo de la profundidad de la cueva de manera elegante, saltó en el aire y de repente se convirtió en un hombre desnudo, esbelto, era tan increíblemente guapo.

Se acercó a la pequeña hembra que se encontraba en el suelo gimiendo de dolor por la caída de hace un momento, al verla en ese estado hacia que su pecho se estrujara era algo que no entendía bien el por qué...

-Pequeña hembra te encuentras bien - dijo suavemente aquel hombre para no asustarla más de lo que estaba.

Como no respondía se acercó a toda prisa y la tomo entre sus brazos, la muchacha abrió sus ojos y comenzó a mirar a su alrededor totalmente desorientada. ¡Ay Dios mío! Claramente estaba escapando de una enorme bestia y ahora se encontraba en los brazos de un hermoso hombre desconocido ¡¿cómo terminó aquí con solo un cambio de aliento?!

Al darse cuenta de lo inusual de la niña en sus brazos, el hombre apretó sus brazos y obligó a la niña que todavía miraba a su alrededor a que lo notara. Si sus ojos claros e inocentes no lo estuvieran mirando, se sentiría muy incómodo. Emely se volvió y miró al apuesto hombre a solo unos centímetros de distancia. Su mano estaba en su regazo pero vaciló. Esto debe ser un sueño, debería poder despertarse una vez que se pellizcara los muslos. Una vez que se despertara, este apuesto hombre definitivamente se habría ido, pero si no lo hacía, ¿Eso quiere decir que será devorada por la bestia?

Emely cayó en una dura lucha entre la belleza y su vida. Al final, ganó la belleza. Sonrió ampliamente, tomó la iniciativa de poner sus pequeñas manos alrededor del cuello del hombre y apoyó la cabeza en él, antes de frotarse un par de veces para experimentar la textura de la piel del apuesto hombre. Encontró un ángulo cómodo y exhaló un suspiro de alivio, dijo:

-De todos modos, es solo un sueño, no está de más ser un poco más grosero.

Hombre: "..."

Emely levantó la cabeza con toda seriedad y miró al hombre frente a ella de cerca. Como un casero lascivo, entrecerró los ojos y dijo: - Para ti, estoy corriendo el riesgo de ser devorada. Entonces... ¿Un beso seguramente sería aceptable?

Hombre: "...?!"

Emely notó la obvia mirada de rechazo del hombre y chasqueó los labios. Poniendo sus pequeñas manos en sus mejillas con un chasquido, se acercó como un tigre hambriento que se abalanza sobre su presa y toma con ágiles los labios rojos de aquel hombre guapo.

Aunque él podría haberla evitado fácilmente con sus habilidades, no pudo reaccionar a tiempo y solo pudo ver cómo ella se burlaba de él. Él la habría echado y castigado ferozmente como su mal humor habitual, pero con solo mirar su apariencia ligeramente burlona e ingeniosa, sintió una picazón en el pecho, como si lo estuviera rascando un gato. La sensación era muy extraña, como si algo estuviera golpeando sus costillas de manera incontrolable y agresiva, queriendo salir de su pecho. ¿Era esto una señal de peligro? Pero maldita sea esta sensación le gustaba.

Vilmente, aquel hombre tomo con mayor posesividad los dulces labios de ella viendo cómo la punta de sus orejas se volvían rosa provocó que el diablo que habitaba en el fondo de su corazón sintiera una gran satisfacción.

Aquel beso se estaba intensificando con mayor fuerza hasta que Emely mordió ligeramente de él lo cual provoco que gruñera por lo bajo haciendo que ella recobrara algo de racionalismo apartándose un poco de él.

"¿El acaba de gruñir?"

Lo miro detenidamente con su respiración algo agitada por aquel ardiente beso, y vio que la pupilas de aquel hombre se contrajeron hasta tomar una forma vertical y luego volvieron a dilatarse hasta estar redonda, esto lo vio mucha veces y fue cuando estaba jugando con su...¡¿"gato"?!

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