Mundo Bestial

Capitulo XI

Amsha frunció el ceño con impaciencia y disgusto. Comparado con la mujer frente a él, Raner no se consideraba un problema en absoluto. Entonces soltó su agarre y Raner tropezó un poco antes de ser apoyado para recibir tratamientos del médico brujo.

– Amsha ¿escuché que recogiste una hembra? ¡Eso es genial! Nuestra tribu tiene cinco hembras ahora – La mujer parecía acostumbrada a la frialdad de Amsha y no se sintió decepcionada por su mirada impaciente. Cuidadosamente dio un pequeño paso hacia adelante mientras hablaba.

Efectivamente, en el momento en que movió los pies, Amsha inmediatamente dio un gran paso hacia atrás, aumentando aún más la distancia entre ellos.

– Amsha, ¿por qué tienes que hacer esto? Solo quiero conocer a la nueva hembra, viviremos juntas en la tribu después de todo. Conmigo, la mujer más hermosa de la tribu, haciéndome amiga de ella, creo que ella puede encajar en la tribu no mucho después.

Emely no pudo evitar darse la vuelta y echó un vistazo al orco que se autoproclamaba como el más hermoso. El vistazo casi la hizo caer de los brazos de Amsha.

"Madre santísima, líbrame de todos mis males..." – no pudo evitar proclamar en su interior.

Cabello hinchado, ojos diminutos, nariz aguileña y lo más importante, no tenía cejas. Mostrando sus dientes amarillos, cualquiera habría confundido su sonrisa con un gruñido.

Sus hombros estaban directamente debajo de su cara. Su cabeza estaba conectada directamente a su cuerpo. ¡Maldita sea! ¡No tenía cuello!

Cintura... ¡Sí, tiene cintura!

Su cintura era tan ancha como la longitud de los hombros de Emely. ¡Ni siquiera era una exageración llamarla embarazada, ese tamaño de cintura tenía que ser alguien embarazada de diez bebés al mismo tiempo!

Pero algo le molestaba ya que por más que se encontrara a una buena distancia de ella el olor a orina que desprendía ni siquiera podía ser cubierto por su sudor. No es que Emely la estuviera maldiciendo, pero el olor a orina a su alrededor era realmente fuerte, como... ¿en el zoológico?

Emely sintió que su estética se había derrumbado, ¿cómo diablos alguien con esa apariencia tuvo el coraje de autoproclamarse como la mujer más hermosa de la tribu? Su ego era tan grande que la dejo asombrada.

De repente sintió que podía entender la emoción que la rodeaba en este momento.

Si esta mujer es considerada la más hermosa de la tribu, ¿acaso ella, con un aspecto ligeramente inferior al promedio en el mundo moderno, no dominaría el universo entero con su belleza? Ni hablar de cualquier mujer existente en la tierra, serian idolatradas como diosas en este mundo.

Amsha rechazó visiblemente los avances de Nila, sin siquiera responder una sola palabra. En repetidas ocasiones se repetía una y otra vez lo que decía Mael y el viejo: "las hembras son recursos preciosos fundamentales para que la tribu se fortalezca. No importaba lo enojado que estuviera, no podía matarla por la tribu."

Al darse cuenta de que el leopardo no le había estado respondiendo, Nila miró a Amsha para suprimir su ira, estaba tan obsesionada con él que lo quería a su lado de una forma u otra. Así es, ella es la mujer más hermosa de White tusk, todos los machos de la tribu desean ser sus compañeros pero solo los mejores tenían el privilegio pero no obstante había algunos que aún no caían en sus encantos, principalmente Amsha y Mael.

Pero todo eso cambiara desde hoy. Va aparentar cuidar y ser amable con la pequeña hembra al aceptarla en la tribu, y Amsha se dará cuenta de su error y le suplicara de rodillas para que lo acepte al ver el gran corazón y belleza que ella posee.

Pensando en eso, Nila mostró sus dientes amarillos satisfecha por el gran plan que ideo y caminó hacia Amsha nuevamente, sacudiendo su cadera de manera exagerada.

– ¡Tú! ¡No te acerques más! – Emely no pudo soportarlo más, el hedor era insoportable. Podía cerrar los ojos para evitar su fealdad, pero el olor que emanaba de ella era demasiado acre; sentía subir la bilis por su garganta.

Nila se sorprendió por el grito de Emely. Nunca en su vida alguien le había hablado así. Ella se quedó momentáneamente perpleja y simplemente se detuvo allí obedientemente.

A Emely no le importaba menos lo que estaba pensando Nila, abrazó al guapo Amsha y dijo con lágrimas en sus ojos evitando las arcadas: "El olor en ella es tan fuerte que me está haciendo vomitar. ¿Puedes llevarme a otro lugar primero?".

Los ojos de Amsha brillaron con aprobación.

Ella le había pedido que la llevara a otro lugar, ¿significa esto que no le gustaban los hombres que le habían expresado su afecto? ¿Incluso Raner que pidió cuidarla no la hizo sentir nada especial?

Esto es casi igual a que el mismo Amsha es el único en su corazón. Así que... incluso si esta pequeña hembra todavía es menor de edad, ¡su gusto por los machos no es tan malo después de todo!

Si Emely hubiera sabido lo que Amsha tenía en mente, habría puesto los ojos en blanco y le habría dicho que estaba pensando demasiado, ya que ella ya está en algo con alguien y que solo se estaba ahogando por el olor corporal de Nila y que quería irse, eso es todo.

Pero esto no era importante. Aunque Amsha generalmente no estaba demasiado interesado en las mujeres, aún seguía las reglas básicas del Mundo de las Bestias.

Las peticiones hechas por las hembras a sus perseguidores debían ser satisfechas incondicionalmente por todos los perseguidores, ya que era una prueba de la hembra al macho. Solo aquellos que pasaban la prueba podían ganar su amor.

En circunstancias normales, la preciada hembra ni siquiera haría peticiones a los machos que no le interesaban.

Así que...

"¿Esto equivale a que a Emely... le guste?" – Al darse cuenta de eso, Amsha asintió con la cabeza con seriedad.

Él era uno de los líderes de White tusk, ¿cómo puede decepcionar a la pequeña mujer que estaba enamorada de él? Por lo tanto, Amsha se puso a cuatro patas y se convirtió en un leopardo en el acto. Usando sus dientes para arrojar suavemente la piel con Emely adentro sobre su espalda.

¿Salir?, qué tarea tan fácil.

Pero como era una prueba dada por Emely, Amsha estaba decidido a presentar su mejor desempeño.

A la vista de todos los presentes un hermoso leopardo de las nieves que llevaba un pequeño bulto sobre su espalda desapareció en la distancia dejando solo una imagen residual, sin saber que su acción había provocando un revuelo entre la multitud.