🔥 ~ 30 days OTP - Todokami (+18) ~ 🔥

010; en cuatro

Todoroki y Kaminari cumplían otro mes estando juntos y ambos decidieron festejarlo en casa del rubio, gracias a que tenía casa sola todo el fin de semana. Era una buena oportunidad para pasar tiempo juntos sin que nadie los molestara.

Una vez que llegaron a casa del rubio se fueron a su cuarto, colocaron la comida que habían comprado en una mesa que estaba cerca de la televisión, prendieron esta misma y se pusieron a buscar alguna serie o película para ver mientras comían abrazándose uno con el otro.

Decidieron comenzar un anime nuevo llamado Saint Seiya, a los dos les había llamado desde antes la atención y optaron por verlo. Estuvieron así toda la tarde, logrando ver al menos 15 capítulos seguidos. Quién pudiera.

Como lo único que hicieron fue ver anime el tiempo había pasado demasiado rápido, el cielo ya se estaba empezando a hacer naranja debido a la falta de luz solar. Los jóvenes juntaron toda la comida y latas de bebidas que habían dejado y limpiaron el lugar, Todoroki sacó un regalo de su mochila y Kaminari de su armario. Ambos se sentaron y abrió cada quien su regalo.

– ¡Oh, Shouto! ¡Es increíble! – Kaminari recibió como regalo un videojuego nuevo que apenas había salido hace una semana, el cual quería con todas sus ganas pero no tenía el dinero suficiente para comprarlo. – No debiste molestarte, estos videojuegos son caros... – Dijo sintiéndose culpable en su interior.

– ¿4000 yenes es caro? – Dijo con desinterés. – No importa el valor de algo si lo que quieres es demostrar tus sentimientos hacia otra persona. – Hablaba con naturalidad mientras abría el regalo que su pareja le dio momentos atrás. El obsequio que le hizo fue una carta enorme llena de fotos y mensajes de amor, admiración, y una que otra indirecta divertida de propuesta de matrimonio.

A Shouto se le aceleró el corazón, Kaminari realmente era muy lindo y tierno cuando de dar regalos se trata, a pesar de que ya le ha dado cartas para sus mesarios anteriores, esta era sin duda una de las mejores. Dejó a un lado el obsequio y abrazó y besó con ternura a su amado, quien correspondió abrazándolo del cuello. Por culpa de la fuerza que ejerció el bicolor, ambos cayeron en la cama con Kaminari recostado boca arriba y su pareja encima suyo. Se separaron por falta de aire.

– Es una carta muy hermosa, Denki, gracias. – Dijo sonriendo de forma tierna como solía hacerlo únicamente cuando se encontraba solo con su novio, juntando sus frentes mirándolo fijamente a los ojos.

– Me alegra que te haya gustado. – Sonrió sonrojado. – Me esforcé mucho para hacerla.

– Se nota en serio ese esfuerzo, mi pequeño pikachu. – Dijo para volver a besarlo, esta vez con más pasión.

– Aún... Aún así, tu regalo es mejor que el que te hice yo... – Dijo algo decepcionado. – Me gustaría poder darte otra cosa, pero no sé qué...

El bicolor lo pensó por un rato, hasta que algo pasó por su mente que lo hizo sonreír con perversidad.

– Pues... Hay algo que puedes hacer, pero es solo si quieres, no puedo obligarte. – Para darle una idea de lo que era, metió su mano lentamente por debajo de su camisa empezando a tocar parte de su abdomen y cintura.

Kaminari comprendió de inmediato lo que su pareja le trataba de decir, sonrojándose algo nervioso por la propuesta. Lo único que hizo fue asentir, de manera en que Todoroki captó su consentimiento para comenzar con la diversión de esa noche.

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La habitación comenzó a llenarse de ruidos tales como gemidos, jadeos y súplicas por parte del rubio. Shouto lo había puesto boca abajo con la cintura alzada en posición de perrito, poniéndose sobre su espalda para lamer, besar y morder su cuello para dejar cuantas marcas pudiera.

Introdujo dos dedos en la boca de su amado para que los lamiera, llenandolos de saliva. Una vez mojados los llevó a su entrada introduciendo ambos dedos de una estocada para poder lubricarlo.

– ¡Ah! Shouto ~ – Gimió arqueando su espalda cuando los dedos del bicolor se calentaron, aumentando el placer para él y su cuerpo. El mayor movía sus dedos de forma rápida y sin detenerse, separándolos de vez en cuando para abrir más el interior del chico quien se retorcía de placer. Una vez estuviera lo suficientemente lubricado lo retiró para reemplazarlos por su miembro.

Una de sus manos empujó la espalda del menor contra la cama para que se recostara y quedara solo su cadera alzada, comenzó rozando la punta de este haciendo círculos alrededor de la cavidad anal de su compañero, para luego introducirla poco a poco hasta tener todo su miembro dentro del chico.

Lo tomó con fuerza de las caderas para embestirlo con brusqueridad, sin darle tiempo a acostumbrarse para poder oír cada gemido que salían de sus labios. Se deleitaba con la hermosa vista que tenía en ese momento, sonriendo de forma lasciva a la vez que aumentaba sin parar las embestidas.

– ¡Shouto! ¡Más, más! – Pidió con la voz entrecortada, a lo que el bicolor aceptó.
Lo tomó del cabello con cuidado de no lastimarlo y lo jaló hacia atrás para atraer su cuerpo con él, siguió con las penetraciones rápidas y profundas. Con su mano derecha activó el frío para pasar sus dedos por sus pezones, apretandolos y jalandolos. Su otra mano se encargaba de impedir que el rubio se diera placer a sí mismo, aprisionando sus muñecas y dándole uno que otro golpe indefenso como forma de advertencia.

– No tienes permitido tocarte sin mi permiso, obedece si no quieres que te castigue. – Susurró en su oído con voz ronca y seria, erizando la piel del menor.

Kaminari volvió a ser colocado en cuatro, ocultando su rostro en la almohada jadeando en desespero, mientras sentía su interior siendo placenteramente desgarrado por el bicolor.

Luego de unos 3 minutos más Todoroki soltó un gemido ronco antes de llenar todo el interior del menor, el cual gimió sorprendido ya que normalmente el chico le avisaba momentos antes de llegar, pero esta vez no fue así.

Intentó regular su respiración para salir de su interior. Sin embargo Kaminari estaba molesto.

– No... No es justo. – Dijo jadeando. – Yo no he llegado, no me dejaste hacerlo, ¿por qué? – Preguntó confundido.

El mayor ladeó la cabeza riendo burlón, su pareja tenía razón y no había cómo negarlo. De todas formas se había quedado con ganas de más.

– Es cierto... ¿Quieres más? – Preguntó a lo que este asintió de inmediato. – Bien, me encargaré de que lo disfrutes más que antes...

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Esta vez no hay imagen.

~ Orange.