Nadie iba a imaginar que la vida de todas esas personas acabaría en un mundo apocalíptico donde tienes que luchar para salvarte, correr para huir, y amar para sobrevivir...
No fue culpa de ellos el haberse enamorado, sabiendo las consecuencias que...
-No sabemos que es esta cosa, no sabemos quien la envió, o porque la trajiste tu —Habló Newt señalando a Teresa—Hasta donde sabemos esto podría matarlo
-Ya está delirando, quiero que lo veas, como podría esta cosa empeorarlo? Tenemos que intentarlo.
Newt lo pensó unos cuantos segundos examinando el cuerpo de Alby. —Okey...—Le extendió el suero a Thomas—Hazlo.
Hace ya unas cuantas horas, la novata, Teresa, les entregó unos pequeños frascos con líquido azul un tanto interesantes, lo cuál levantó aún más sospechas sobre quién era ella en realidad, y porque había llegado al laberinto otra mujer.
Thomas insistía en inyectarselo a Alby, quien ya estaba al borde del colapzo, cada minuto que corría se ponía mucho peor, respiraba demaciado rápido, sudaba en una cantidad exagerada y no paraba de moverse bruscamente, tenía venas negras marcadas en el cuello y todo el cuerpo, estaba pasando por lo mismo que le paso a Ben...
Se acercó rápidamente al cuerpo de Alby con cuidado, les dio una última mirada para después levantar la mano para inyectar el contenido del frasco, pero antes de que pudiera mover un musculo Alby lo tomó de la camisa y comenzó a jalarlo bruscamente.
-No deberías estar aquí!! Es tu culpa!! —Gritaba el Moreno sosteniendo a Thomas, todos reaccionaron rápidamente intentando separar a Thomas de Alby, hasta que en un movimiento rápido, Teresa tomó el suero levantándolo al aire para después inyectarlo con fuerza sobre su pecho, dejando poco a poco inconsciente a Alby—
-Pues...funciono —Dijo Rosalie rompiendo aquel silencio que se había formado—
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-Oigan a partir de hoy, alguien se quedará vigilandolo aquí día y noche —Hablo Newt sobresaltado—
Todos se quedaron atónitos observando el cuerpo de Alby con la esperanza de que aquella sustancia extraña funcionará, hasta que alguien más entró a la enfermeria.
-Hey...ya es de noche novato, vámonos —Habló Gally—
Era tiempo del castigo de Thomas.
Ambos caminaban en la oscuridad de la noche con una antorcha en mano que iluminaba su camino a travez de él área hasta llegar al pozo.
-Cuál es tu problema conmigo? —Preguntó Thomas—
-Que todo comenzó a salir mal desde que apareciste—Admitió Gally—Primero Ben, luego Alby y ahora la chica. Todo el mundo vio que te reconoció, y apuesto, a que sabes quien es—Miró a Thomas de frente—
El sólo guardó silencio. Gally abrió la reja del pozo y después Thomas salto dentro de él, brindándole algo de escalofríos, el ambiente era tenso ahí adentro.
