Capitulo 6: Decisión

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-Hola, Rin.

Di un respingo al escuchar la voz perteneciente a aquella silueta parcialmente oculta en la oscuridad.

-Kohaku... - susurré quedando estática en mi lugar, observando como su figura lentamente se iba iluminando por la lámpara más cercana, dirigiendose hacia mí. - ¿Qué.. qué estás haciendo aquí?

Él se detuvo a unos centímetros de mí, sin desviar su mirada de la mía, mostrándose taciturno, altivo forzando una mueca de remordimiento.
-¿No es obvio? Como no contestas mis mensajes ni mis llamadas, decidí venir a verte, Rin. Yo... quería disculparme contigo por lo que pasó ese día, preciosa. - habló suavemente - Perdóname, estaba ebrio, y yo... no pude controlarme... Ya sabes que no soporto estar lejos de ti por tanto tiempo... - rozó mi mejilla con sus dedos, acercándose a mí intentando alcanzar mis labios con los suyos.

Al instante desvié la mirada apartándome unos pasos de él. Lo vi fruncir el ceño, consternado por mi reacción, enderezándose lentamente sin apartar su vista de mí. Su mandibula se tensó en una expresión de contrariedad.
- ¿En verdad lo estabas, Kohaku? Yo... En ningún momento vi que tuvieras problemas al conducir hasta aquí ese día... -
Y es que incluso antes de tomar una sola gota de esa botella, yo ya había percibido vagamente sus intenciones , sólo que nunca me imaginé que podría intentar forzarme de esa manera...
- Eso es irrelevante, Rin. - dijo sin darle importancia a mis palabras  - Vamos, no compares mi excelente capacidad para manejar con lo vulnerable que me siento cuando estoy contigo. - sonrió por la comisura de su labio intentando mostrarse condescendiente conmigo.

- Pero eso no justifica para nada que hayas intentado... violarme, Kohaku. 

Eso le descompuso el rostro, poniendo los ojos en blanco.

- ¿Qué? Oh, Por favor, Rin, no lo digas de esa manera. Vamos, sabes que yo jamás te haría daño. - Dijo sutil acercándose y tomando suavemente mi cara entre sus manos - Estaba borracho. Es todo. ¿sí? Perdóname, hermosa. No volverá a suceder, lo prometo. Olvidemos todo eso y continuemos con nuestra vida ¿De acuerdo?

Sus ojos me observaron un tanto amenzantes y suplicantes mientras su pulgar acariciaba mi mejilla con suavidad, tratando de convencerme que todo sería cómo él me decía. Pero había visto tantas veces esa expresión anteriormente... Que me costaba tanto creer en sus palabras ahora...

- Yo... yo ya no estoy segura de querer continuar con esto, Kohaku...- susurré por lo bajo desviando mi mirada, y pude sentir cómo sus dedos se congelaron y poco a poco apartó sus manos, contemplándome con un genuino desconcierto en el rostro.
- ¿Qué?
Fui incapaz de sostenerle la mirada. Pude notar su conmoción en esa sola palabra. Pero yo... Ya había tomado una decisión, por más difícil que ésta fuera.
- Lo que oíste, Kohaku... Yo... No creo que sea correcto seguir con todo esto...
-¿Qué? ¿Pero, pero porqué dices eso?- su rostro se había convertido al instante en una combinación de desespero e impotencia - ¡¿Por qué tan de repente me dices todo esto, Rin?! -
- ¿Porqué? ¿De verdad no puedes darte cuenta porqué? Kohaku, nuestra relación no es la misma que cuando nos conocimos...
- Pfff ¡Eso es totalmente absurdo, Rin!
- No lo es... Sabes a lo que me refiero. Nos la pasamos discutiendo todo el tiempo...
- Pero siempre lo resolvemos. Todo vuelve siempre a la normalidad... - Volvió a acercarse, intentando tocar mi rostro nuevamente, lo cual esquivé, desviando la mirada. 
- Pero esta vez... Es diferente...
- ¿En qué? Sí, cometí un error, lo admito. Ya me disculpé contigo. No tienes porqué exagerar las cosas así, Rin...

Seguí viendo al suelo, tratando de ignorar lo que empezaba a crecer en mi corazón. Culpa. El mismo sentimiento que desde hace tiempo aparecía cuando tratábamos de 'resolver' las cosas... Y el mismo sentimiento que siempre me hizo ceder, pensando que realmente yo estaba siendo egoísta e insegura. 
Se acercó a mí, tomándome suavemente de la barbilla para alzar mi vista hacia él.
-Vamos, ¿Qué es lo que te pasa? ¿Porqué quieres terminar conmigo? ¿Acaso...acaso ya no me amas, Rin? Dímelo -
Aferró su agarre en mi mentón, escrudiñando fijamente mis ojos esperando por una negación a la pregunta que había formulado. 

Inevitablemente, túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora