Saturno [Re Abierto]

Capítulo 6

Dedicado a: DaimelHernndez

—Dichosos los oídos que te escuchan—reí sin voltearme—¿Qué te trae por aquí Weil?—añadí

—¡Ey! Deja las formalidades para el curro—la otra persona retiró su mano de mi hombro y, deslizando esta por mi espalda para incordiarme, comenzó a caminar lentamente hasta que se detuvo un metro en frente de mí—Me dieron el día libre—añadió y guardó sus manos en los bolsillos de su chaqueta como solía hacer en el psiquiátrico, con los bolsillos de su bata

—Dani, Dani, Dani—sacudí la cabeza—Ambos sabemos que Collins no da días libres

—¿Dijiste Collins?—añadió

—Unju—contesté

—Llámame loco pero creí que no le conocías—dijo colocándose una de sus manos en la nuca

—Es una larga historia—dije en un suspiro—Por cierto, no llevas gafas ni una capucha cubriendo tu cabeza. ¿Sucede algo?—pregunté, es que Weil siempre fue muy reservado según él. Le hacían bullying por sus ojos debido a que posee heterochromia, la condición que causa que sean de dos colores distintos. Uno de ellos era de un verde esmeralda muy intenso, como los ojos de Clara, mientras que el otro era un azul eléctrico muy claro. Y pues, debido a ello, decidió resguardar otras cosas suyas como su cabello rubio del resto del mundo. El mundo que se burlaba de él y por tanto no le merecía, así solía explicarme en el trabajo

—Tengo una cita. ¡Además, ya es hora de que el mundo conozca cuán raro es Dani Weil!—entonó sus última frase con mucho orgullo

—¿Qué pasa Dani? ¿Viste la peli de Cruella y creíste que si ella tiene el pelo de dos colores tu podrías tener los ojos de dos colores sin ser tan raro?—comencé a reír. Y vale, eso fue cruel, pero siempre nos estamos molestando

—Ja, ja, ja—Weil carcajeó en tono sarcástico—Me troncho, buscaré a mi perro y lo pasearé en ti, “parque”—hizo enfásis en su última palabra

—Es un chiste tan malo que ni si quiera él se rió—pensé y mostré una sonrisa desfiante

—¿Qué sucede? ¿Te comió la lengua el gato?—añadió en el mismo tono en que dijo lo de “parque”

—La verdad…—fui interrumpido por un jalón de oreja que resultó ser de Clara, que me comenzaba a llevar a rastras mientras decía:

—No te metas en líos con extraños o acabarás como malvavisco, ¿lo olvidas?

—Cierto—tragué fuerte—Pero el no es un extraño—aclaré

—¿No lo es?—añadió Clara dudosa para luego soltarme

—¡Ay! Casi me la arrancas de cuajo—me llevé una mano a la oreja para secciorarme de que estuviese en su sitio

—Entonces es por eso. ¡Tú también tienes una cita—añadió Weil ríendo

—No es lo que parece, Dani—intenté aclarar

—¿No? ¿Y qué es lo que parece?—añadió burlesco

—No me vengas con tus jueguitos psicológicos, Weil, nos conocemos demasiado bien, no caeré en tus trampas—añadí rodando los ojos

—¿Dani? ¿Weil?—nos interrumpió Clara algo dudosa

—Unju, ese es mi nombre. Daniel Weil. Puedes decirme Dani—añadió este para luego hacer una cortés reverencia

—En serio recuerdas mucho a él—reí

—¿A él?—dijeron Weil y Clara casi al mismo tiempo

—El Doctor Daniel. Del anime “Satsuriku no tenshi”; en inglés, “Angels of Death”; en español, “Ángeles de la muerte”