Capítulo 13

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“Laughing Jill was here”

Esas letras retumbaban en mi subconsciente. No podía ser real, ¿o sí? Es solo una tonta historia de terror. Para los que no entienden, Laughing Jill es un Creepypasta. Espero que sepan qué es un Creepypasta. Jill viene siendo en su historia una amiga imaginaria de una chica que, si mal no recuerdo, no era muy de amigos. Su madre se preocupaba por ella y la llevó a un doctor—posiblemente psiquiatra, no recuerdo bien—. No recuerdo muchos detalles pero algo sucedió con la niña. Así fue que Laghing Jill, que era una payasita alegre y colorida, se volvió monocromática, perdió sus colores, y se volvió sádica. Encontraron al doctor y no sé si a otros del personal médico muertos, asesinados de una manera brutal, presuntamente con motosierra, y un letrero escrito con la sangre de las víctimas que decía: “Laughing Jill was here”

—Relájate, es solo tu imaginación. Nada es real—pensé dándome un respiro.

—En este pueblo siempre pasan cosas extrañas—dijo Qaleb.

—Es cierto—dijo su padre apagando la tele—.Pero dejemos las malas noticias de lado—se puso de pie y dirigió hacia mí—. Soy Matt, padre de Qaleb y tío de Jade. Un gusto—tendió su mano hacia mí

—Alex. El gusto es mío—correspondí el saludo.

—Y esa de allí es mi tía Ruth—dijo Jade señalando a su parienta.

—Un gusto—sonreí y saludé con la cabeza.

—El gusto es mío—contestó y se marchó en dirección a lo que supongo sería la cocina.

—¿Por qué siempre tienen que suceder estas cosas en nuestro pueblo?—protestó Qaleb

—Acá en Forstein siempre suceden cosas extrañas—contestó su padre.

—Supongo que sí—suspiró Qaleb.

—Laughing Jill—susurré.

—¿Qué? ¿Dijiste algo?—preguntó Jade, que siempre escucha TODO.

—No, nada—sacudí la cabeza—.Necesito ir al baño—añadí.

—Pasando la cocina—contestó Qaleb.

—Vale—agradecí su información y salí tras la dirección dada

Cuando pasé por la cocina escuché a Ruth murmurar sobre la terrible noticia.

—¿Suele pasar mucho?—dije

—¡¿Eh?!—se sorprendió e hizo un pequeño corte en un dedo por estar usando un cuchillo

—Lo-lo siento—me acerqué preocupado.

—Estoy bien. No moriré por un tonto corte en el dedo—contestó mientras abría el grifo del fregadero y colocaba su dedo bajo el chorro de agua para limpiar la sangre.

—Vale. Lo siento—volví a excusarme.

—No importa—sacude su otra mano para restar importancia al asunto—. Y sí, suelen suceder cosas extrañas por acá—añadió.

—¿Y la policía qué hace mientras?—mencioné al pensar en el reportaje

—Investigan e investigan. Recientemente apareció una especie de “justiciero”. Ha matado muchos criminales y otros delincuentes, pero ya sabes, eso no está permitido. También se le acusa de algunos otros asesinatos de personas inocentes pero no han podido probar nada—respondió

—¿Justiciero?—me interesé por el asunto

—Unju, no se sabe quién es, pero lo describen como alguien alto, castaño, ojos claros, siempre con una bufanda y con muchas cicatrices cosidas por el cuerpo—contestó.

Saturno [Re Abierto]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora