Alexander se ríe.
—hijo de perra. Voy por las llaves.
Y sigo su risa hasta que sale de la habitación.
Entonces me quedo sola con Jean. Sonrío por dentro. No puede ser mejor.
Me revuelvo y quita la tela de mis ojos. Los abro lentamente. Está de pie frente a mi, va alzando la vista hasta chocar con la mía. No puedo evitar un suspiro.
—supongo que las cuerdas te lastiman ahora— y una amplia sonrisa maliciosa se le forma en el rostro.
Asiento.
—ya solo me falta esta...—quita las cuerdas de mis manos— ...para desengancharte y...— me abraza por la cintura, mi cara queda en su cuello. Huele realmente bien. Tanto, que estoy tentada a pegarle un buen bocado. Me aferro a sus hombros y me baja. Ahora lo tengo frente a frente. Esos ojos...
—malas noticias, Giorgio está volando en las nubes. —Alexander va entrando, desnudo de la cintura para arriba, mostrando unos tatuajes raros, entre garabatos, frases en otro idioma hasta rostros con miradas aterradas que me causan escalofrío. Abajo trae un pantalón de mezclilla que le marca la entrepierna.
Malditos provocadores.
—un poco más y los pillo follando. —lo seguimos con la mirada cundo camina muy campante al sillón delante de la cama. Se tumba con las piernas abiertas. —adelante, por mi no hay problema.
Yo no lo dejo pasar. Aprovecho para acercarme hasta rosar nuestros cuerpos y besarlo con ansias.
Deben seguir pensando que también "nado en las nubes", o creerán que no comí la perla.
Me responde el beso. Alza mi pierna para pegarla a su cadera. Se afianza a mi cintura y camina a la cama. Nos arrojamos a ella. Abro las piernas para que se hunda entre ellas. Y un indescriptible placer me llena. Besa suavemente mis labios y baja por mi cuello. Me tenso al pensar que me volverá a morder. Lo disimulo volteando hacia Alexander. Se ha inclinado hacia delante, esta con los codos en las rodillas y se ve realmente caliente con toda esa mirada de niño malo y esa aura de calentorro.
Jean amasa mis senos y pellizca mis pezones. Algo me pasa por la cabeza. No me siento yo, un instinto de lujuria me controla cuando le extiendo la mano a Alexander y él sonríe de lado. Jean embiste rápidamente haciéndome brincar con cada arremetida. Gimo enredando mis dedos en su cabello. Llega Alexander, quitándose el pantalón.
Me siento tan salida esta noche.
El tiempo vuela cuando se turnan para hacerme perder la cabeza. Llego al orgasmo entre gemidos y nalgadas. Ellos duran un poco más y poniéndome en cuatro se corren sobre mi cara y senos. Me limpio las pestañas y observo como se limpian el cuerpo con unas toallitas húmedas. Me lamo los labios. De verdad tengo hambre. Debo encontrar a Gio o alimentarme de alguien más, ya.
Me levanto y busco mi ropa desesperada. Las manos me empiezan a temblar. Solo encuentro mi vestido y a duras penas me coloco los zapatos.
—¿Eh, a dónde vas?, vamos a la ducha y echamos el siguiente— sugiere Alexander acercándose a mi. Jean sonríe y es esa misma sonrisa que me dedico cuando me acorraló en mi camerino la vez que llevo a una de las arpías al club.
Llena de maldad, de perversión, de perdición...de un demonio.
Es ese Jean, es ese Asmodeus que tanto miedo me dio. Escondiendo de nuevo ese lado oscuro.
—voy por agua— alcanzo a murmurar en medio de los recuerdos.
—no deberías ir sola. Hay mucho loco allá afuera. —contesta Jean — te acompaño. —arroja la toallita al cesto de basura y se pone el pantalón rápidamente, camina descalzo hacia mi.
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Pacto Perfecto 2. La Dark Room. (+21) [Completa]
ParanormalTayna a sufrido un terrible accidente y cuando la muerte llega por ella le hace una sorprende afirmación: "tienes la sangre de los tres príncipes mayores del infierno" Es momento de tomar venganza contra el demonio con quien hizo un pacto. 23-Agost...