Teen Idle 『 RadioDust 』

más feliz que nunca

Vengo con el último capítulo definitivo, que sería un extra de la historia. Es muy largo, agárrense jugo y algo de comer porque es súper extenso~. Muchas gracias por haber seguido Teen Idle! Me harían muy feliz con estrellitas y comentarios ya que es el último capítulo, muchas gracias nuevamente!;;;

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Se quitó el abrigo y lo guardó en su bolso, luego entrelazó sus largos dedos por su cuero cabelludo para peinarse de forma simple y agitó un poco sus mechones rubios que se mezclaban con tonalidades oscuras. Anthony arregló un poco el largo de su ropa, unos jeans azules muy ajustados con algunas roturas en sus rodillas y crop top de mangas largas de tonalidad negra. Volvió a tomar la mano de Alastor, aún en medio de ese paseo, y lo llevó a su lado en la caminata. El moreno vestía casual, jeans negros con una camiseta oscura y un abrigo de cuadros. Como siempre iban de la mano a casi todos lados, las personas a su alrededor podían reconocer que eran una pareja fácilmente. No llamaban la atención y se podían mezclar con la multitud sin problemas.

Alastor miró al frente y quiso divagar un poco en voz alta para hablar sobre lo que estuvo pensando últimamente. No quería sonar como un padre responsable ni mucho menos, pero siempre se preocupaba por Anthony. Sabía que se encontraba mucho mejor en todos los aspectos desde que inició sus tratamientos y medicación. Sin embargo, esa no era razón para bajar la guardia.

—¿Estás seguro de asistir?

—Eso debería preguntártelo a ti. Sé que no es tu estilo, te aburrirás mucho.

Anthony señaló a su novio a su lado y picó su mejilla mientras caminaban juntos al mismo ritmo y atravesaban un parque. Era pleno verano y querían aprovechar ese caluroso sábado en una cita únicamente los dos solos fuera de su hogar. La mayoría del tiempo estaban en su casa acompañados, cambiar la rutina para variar era algo gratificante. Además, ese día parecía haber sido creado para ellos, el rubio adoraba salir cuando el sol iluminaba la ciudad y le otorgaba unos visibles aires de vitalidad y alegría.

En la noche tenían planes. No eran del agrado total de Alastor, pero había accedido porque los comportamientos de Anthony alrededor de la terapia eran muy satisfactorios y consideraba que necesitaba una recompensa o incentivo para seguir. Bueno, al menos todos estuvieron de acuerdo con esos planes con las medidas de seguridad necesarias. Su terapeuta también lo autorizó mientras Alastor estuviera allí con él. Y el gran plan consistía en que, al fin, Anthony podría salir a una fiesta con sus antiguos colegas de las fraternidades.

Estaban en periodo de vacaciones y, por eso mismo, las fiestas se triplicaban en las viejas fraternidades que se situaban cerca de su ex dormitorio de la residencia. Anthony juró que se portaría bien porque quería volver a salir, bailar y disfrutar de la diversión de un encuentro nocturno con todos sus compañeros de carrera, a quienes no había visto en mucho tiempo. No eran precisamente amigos, pero se la pasaban bien juntos. El rubio quería volver a su antigua vida y retomar muchos lazos perdidos. Y si Alastor estaba allí, a su lado, y controlaba que no hiciera nada estúpido, no habría nada que pudiera salir mal en la juerga.

—No quiero dejarte solo.

Contestó Alastor demostrando la latente preocupación que sentía por Anthony. Era obvio que lo acompañaría hasta el mismísimo fin del mundo. Además, aún tenía muy presente y grabado en la memoria la ocasión en la que el rubio volvió de su última fiesta por el rechazo de Husk, recordó la cantidad excesiva que había consumido y la forma mortífera en la que había tratado de destruirse. Sabía que no era el mismo Anthony que en ese entonces, pero era difícil borrar esa memoria y no considerar que podría tener un desliz si se encontraba solo.