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Corrió lo más pronto posible a su coche, no vio a Touya ir tras de él y eso lo tranquilizó un poco hasta que sonó su teléfono, era Tenko

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Corrió lo más pronto posible a su coche, no vio a Touya ir tras de él y eso lo tranquilizó un poco hasta que sonó su teléfono, era Tenko.— ¿Bueno?.— Trato de sonar calmado pero su respiración era algo entrecortada e irregular.

~¿En dónde estás?, Vine a verte y no estabas, ¿Estás bien?.— Puso su teléfono en un soporte que tenía, no quería distraerse mientras conducía de nuevo a su casa.— Vine a pasear un momento, como estaba lloviendo no quise traerlos y su estoy bien, ya voy de regreso.

~De acuerdo, mientras prepararé la cena, te espero en casa.— Tenko colgó la llamada pues había escuchado que prendió el coche y estaba conduciendo, aún se sentía asustado y con nervios, pero recordó algo de cuando lo vio. Ya no tenía ese cabello albino que lo caracterizaba, estaba teñido de un color negro.

~¿Será algo bueno?.— Pregunto a la nada, solo suspiro y sacudió su cabeza, tenía que olvidar eso, aunque Touya no lo sostuviera con fuerza antes de caerse sintió un pánico inmenso recorrer todo su cuerpo.

No quería estar más en las manos de Touya, muchas marcas habían de ellas en su delicado cuerpo, no era lo mismo. Se distrajo un montón porque escucho de nuevo su teléfono, pero un auto venía a toda velocidad desde la otra avenida, aún estaba en alto y solo escucho el derrape.

[...]

Olía a cloro, había algo al lado de él sosteniendo su mano y vio una cabellera azabache, la persona que estaba ahí tenía recargada la cabeza en la cama, miro su mano y está estaba llena de cables, su cuerpo aún le dolía no recordaba nada después de escuchar el derrape.

~Señor Todoroki, ¿Está bien?.— Se extraño al escuchar ese apellido pues el ya no era más un Todoroki, el azabache al lado de él levantó la cabeza mirando al doctor.— Si, solo necesito una taza de café.— Sus ojos se abrieron como platos al escuchar su voz.

~¿Que demonios haces aquí?, Quiero que te vayas Touya, vete de aquí.— Su voz tenía un tono de desesperación, quitó su mano de las suyas y Touya solo volteo a verlo con tristeza.— ¡Ryuichi!.— Se escuchó desde la puerta, era el chico de orbes carmín, parecía apurado por la situación.— Quiero que se vaya.— Tenko se acercó rápidamente a él para impedir que hiciera un movimiento brusco.

~Touya, pido que te retires, Ryuichi no quiere verte.— Hablo Tenko tratando de sonar firme, también quería que Touya se fuera pues no podía parar de recordar las veces que Ryuichi lloraba por las noches al tener pesadillas con él.— Me iré.— Se levantó pero antes de irse se acercó a Ryuichi.— Pero volveré por ti, no quiero estar más tiempo sin ti.— La respiración de Ryuichi se volvió acelerada, sabía que la tortura podría seguir en cualquier.

Su vista se nublo de nuevo, los doctores llegaron rápido a la habitación para poder atenderlo, no querían perder a alguien como Ryuichi, siendo uno de los hijos prodigio de la familia Sakai, sus hermanos llegaron al lugar estaban preocupados después de que Tenko les contará la situación pues este se había enterado por Touya.

El ahora azabache no quería que se enterará pero como ya no era su esposo no podía hacer demasiado y por eso le llamo a Tenko, este conocía ya todos los tratamientos de Ryuichi, cuando salió del hospital solo dió una sonrisa algo aterradora, tendría de nuevo a Ryuichi y nadie podría impedirselo.

¿Iría con sus ex suegros?, Bueno si Ryuichi no fue con sus padres supone que el tampoco lo haría, no sería tan cruel como para hacerle esa mala jugada, no quería que le quitarán el dinero que estaba generando desde las empresas, pues Ryuichi pidió que no fueran notificados del divorcio, pidió que nadie dijera ni una palabra o serían torturados por abrir la boca.

[...]

Touya estaba de regreso en la casa y un rubio lo esperaba, este tenía una sonrisa confiada y sabía que su trabajo estaba hecho.— ¿Cómo está?.— Estaba tomando algo de licor.— Está bien, solo obtuvo una fractura en la pierna y brazo.

~¿Hay algo que quiera que haga, jefe?.— El azabache se sentó a su lado y tomó un vaso con el licor que se encontraba ahí.— La verdad es que no, desde aquí puedo encargarme, hice que le pusieran demasiado trabajo a Shimura y con eso Ryuichi volverá a mis brazos.

~¿Cómo?.— Keigo no entendía del porque había dicho eso.— No creo que quiera volver a casa de sus padres pues ellos no saben sobre nuestro divorcio.— Sonrió un poco al recordar lo lindo que se miraba cuando estaba durmiendo en el hospital.

~¿Pero estás seguro Touya?, Digo Sakai.— El azabache le dió una mirada de advertencia cuando escucho que uso el apellido de soltero del pelimorado.— Digo Ryuichi, es demasiado independiente, demasiado terco y orgulloso.

~Se que volverá cuando le llegue el trabajo a Shimura, no creo que lo vaya a dejar solo en dónde sea que esté.— La mano de Takami fue para a su pierna pero Touya solo se la quito de encima.— Solo eres diversión cuando yo lo pido, Takami así que no te confías y ya puedes irte.

~Eres cruel jefe, así que, ¿Aún lo amas?.— Takami solo se levantó tomando sus cosas, no sin antes mirarlo de reojo.— Nunca deje de amarlo pero las cosas cambiaron, yo cambié y lo quiero de vuelta.

~Sera difícil jefe, Ryuichi también cambio aunque no lo crea.— Touya solo vio como se iba, ya era algo tarde así que aprovecharía para dormir aunque sea lo que dejó de dormir.

~Supongo que tiene razón pero se que Ryuichi volverá a mi si muevo un par de hilos.— Dió una carcajada algo amarga, sabía que tenía que tenerlo en sus brazos de nuevo sin importar el que.

— Dió una carcajada algo amarga, sabía que tenía que tenerlo en sus brazos de nuevo sin importar el que

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