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No puedo respirar si tú no estás a mi lado, moriré Así que, por favor ¿puedes acercarte más? Abrázame fuerte, ahora mismo
Antes de que Ryuichi abandonará el edificio, Touya fue detrás de él antes de que se fuera.— ¿Que es lo que querías decirme?.— Eso sorprendió al pelimorado quien solo volteo a verlo.— Ahm bueno, por la tarde iré a qué me quiten los yesos y te iba a decir que volvería con Tenko pero ahora no lo se.
~Puedes quedarte en casa el tiempo que quieras, ¿Quieres que te acompañe?.— Ryuichi iba a negar pero el auto ya estaba enfrente de ellos, lo único que hizo Touya fue abrirle la puerta.— Supongo que ahora no puedo negarme.— Rió un poco y entro, sin ver a Tenko que venía detrás de Touya.
Tenko solo los vio irse de la empresa, no quería mentirle a Ryuichi pero ahora tenía detrás a la mano derecha de Touya detrás de él, Keigo haría cualquier cosa para que Tenko no pudiera salir de la empresa o decir tan siquiera una palabra a Ryuichi sobre lo que en realidad paso.
~Ahora no puedes hacer nada, Shimura-kun.— Apareció acariciando su cuello con una sonrisa coqueta, una voz algo dulce que irritaba al de orbes rubis.— Supongo que por el momento no, pero las cosas no se quedarán asi Takami, escuché la conversación que tuvieron. Así que te acostaste con el jefe, ¿Y tuviste el descaro de decirle a su esposo?.
~Solo fue un pequeño desliz, creeme se que haz hecho cosas peores así que deja en paz al jefe y a Ryuichi.— Camino de regreso a su oficina pero Tenko no se quedaría quieto, marco al teléfono de Ryuichi pero este no contesto.— Mierda.— Tuvo que regresar a su oficina, intentaría más tarde.
Tengo que luchar para escaparme, no hay respuesta Hasta que el sol se esconda más, más profundo Realmente quiero saber, sí Ya perdí el control, oh
En realidad Ryuichi no había escuchado su teléfono ya que lo llevaba en su mochila, iba mirando por la ventana no quiera ver a Touya pero este no dejaba de mirarlo.— ¿Puedes dejar de verme?.— El azabache dejo de mirarlo por unos segundos pero no pudo evitar mirarlo, se miraba tan calmado y tranquilo.
Lo único que recordaba antes de que dejara la casa, sus únicos recuerdos eran de Ryuichi gritando, con lágrimas en el rostro o con rasguños y algunos parches, pero su rostro se miraba tan limpio.— No puedo dejar de mirarte, lo siento.— Ryuichi volteo a verlo, tenía una mirada calmada.
~¿Por qué te disculpas?, No es como si me... Mejor nada olvídalo.— Su mirada volvió hacia la ventana, nadie fuera de esas paredes sabía lo que ocurría dentro la mayor parte del tiempo.— ¿Entonces volverás a casa?.— Ryuichi volteo a verlo.
~Ah puede ser que si, sería un problema conseguir una casa ahora mismo.— Habían llegado al hospital, Touya iba detrás de él, Ryuichi solo quería olvidar un tiempo lo que había pasado el día anterior.
Me estoy volviendo loco ahora, fuera de control, yo Me quedo despierto toda la noche otra vez En el momento en que cierro los ojos Todo lo que veo son luces rojas
Habían regresado a la gran casa, Ryuichi aún se notaba algo inquieto así que ha Touya se le ocurrió algo para poder tranquilizarlo.— ¿Quieres ir a cenar o pido algo para comer?.— El pelimorado volteo a verlo y sonrió un poco, solo tal vez Touya le diera algo de paz.— Algo para comer.
~¿De tu lugar favorito?.— Ryuichi asintio y camino hacia las escaleras.— Iré a darme una ducha, ¿Sabes dónde están Zeus y Milo?.— Pregunto antes de irse pero luego aparecieron sus mascotas, cargo a Milo y Zeus venía detrás de ellos.— Son como tus hijos.
~Tienes razón, son mi razón de ser.— Sonrió para luego desaparecer en la planta alta, se notaba que Ryuichi amaba a ese perro y gato, eran lindos y cariñosos hasta con Touya, estaban en un lugar nuevo y más grande.
Habían pasado los minutos, la comida había llegado y ya se encontraban en la sala, cada quien en un lado del sofá, Milo y Zeus durmiendo en medio de ellos dos, miraban la televisión, uno de sus programas favoritos. Touya realmente quería enmendar lo que había hecho, todo el daño que le hizo a Ryuichi pero sabía que este podía rechazarlo.
~Ire por más bebida, ¿Quieres algo?.— Susurro para no despertar a sus mascotas.— Te acompaño.— Ryuichi solo asintio y empezaron a caminar hacia la cocina, hace tiempo no se sentía la paz en el hogar.— No me había sentido tan bien.— Hablo el pelimorado.
Shh, sabes, que no puedo dejarte solo Sabes que no puedo dejarte solo Definitivamente no puedo dejarte ir
Ryuichi se estaba sirviendo algo para beber cuando sintió la respiración de Touya en su nuca, no va a negar que eso le dió miedo pero luego su cabeza estaba en su hombro, lo abrazo por la cintura, sintió que su camisa empezó a humedecer.
~¿Touya?.— Se volteo pero Touya se cubrió el rostro, estaba jadeando y le faltaba la respiración.— Lo siento, de verdad, lo siento tanto.— Dejo su vaso y tomo el rostro de Touya, empezó a limpiar los rastros de lágrimas del rostro del azabache.
~No llores porque me harás llorar.— Iba a seguir hablando pero Touya no se resistió más, lo había besado pero Ryuichi no se resistió, dejo que las cosas fluyeran, las manos de Ryuichi pararon en la nuca de Touya para tenerlo más cerca. Las manos de Touya vacilaban con la ropa de Ryuichi.
~¿Quieres hacerlo?.— Pregunto Ryuichi, su mente estaba hecha un completo lío pero no dejaba de extrañar el sentir las manos de Touya recorrer su piel, los ligeros roces que solía darle.— Claro que si.
Enredo sus piernas en la cintura del azabache, trataron de no hacer ruido para despertar a sus mascotas, las manos de Touya se encontraban en la cintura de Ryuichi mientras subían las escaleras para llegar a la habitación, ¿Se arrepentiría?. Eso ni siquiera él lo sabe, solo quiere sentir a Touya una vez más.
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