DESCONOCIDO

4 2 0
                                    

-        No podemos dejar que nos estropee nuestros problemas.

-        ¿Crees que no lo sé, estúpido?

-        Mira, todo esto lo necesito, y tú, asquerosa, lo necesitas. – la insulté para que se diera cuenta de que no era la única del mundo. Aquí mandaba yo y no ella.

Todo había sido idea mía aquel día y ya la habíamos atropellado, ya no podíamos echarnos atrás.

La oí resoplar con la sensación de que se aburría, de que esto no le estaba sirviendo para nada.

-        ¿Te aburres, estás cansada de esto?

-        Sí. Necesito algo más. Tenemos que amenazar a su hermana, para que se dé cuenta que su amiguita Marta no es la única que puede perder, y para que deje de meterse en donde no le llaman.

¿Qué podía hacerle a ese tío para demostrar a esta que esto no había acabado, que solo acababa de empezar?

-         Déjalo en mis manos. Pero a cambio hay que hacerle una visita a ella.

-        Hecho.

Dos personas al borde de la fortuna y de la venganza. Quedaba poco tiempo, pero había un problema; Alejandro.

Teníamos que quitárnoslo de en medio.

COLECCIÓN DE MARIPOSASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora