|⳽ⳙⲛ⳨ⳑⲟⲱⲉⲅ⳽| .ʀɪᴠᴀᴍɪᴋᴀ.

🌻𝕆𝕆𝟟

Lo primero que hizo al despertar fue palpar su abdomen, bajo una curiosa mirada de Armin que ignoró olímpicamente. Lo segundo fue preguntar por Eren. Y lo tercero fue que, al confirmar la traición de Reiner y Bertholt, se sumergió en un espiral de dudas.

¿Podía confiar en él? ¿Debería decirle?

Su pequeño girasol había sido producto de una noche que quería olvidar, estaba casi segura de que el propio enano también deseaba lo mismo.

¿Cómo podía estar segura de que la apoyaría? Él había contribuido a ello, tenía derecho a saberlo, pero ella no lo conocía, no sabía si sería el tipo de hombre que se queda en estas situaciones o no. Además, su impresión de él no le sumaba puntos al hombre bruto (al menos hasta ahora), en la otra cara de la moneda no sentía que era correcto obligarlo a hacerse responsable, no sólo por saber su importancia en la Legión, sino porque simplemente no sonaba correcto forzar a alguien a quedarse de esa manera, incluso si quedaría denigrada por tener un hijo sin haber contraído nupcias.

Solo sabía que llegaría a los confines del mundo para proteger a su girasol.

Mientras aguardaban para el nuevo rescate de Eren, Mikasa no pudo evitar pensar en todo lo que sabía de embarazos, así como los protocolos a seguir en su situación.

Eran nueve meses, en el tercero o cuarto empezará a crecer su abdomen de forma notable, habrá cambios de humor, antojos y caprichos hasta el día del parto, una embarazada debía encontrarse en el mejor ambiente posible para evitar problemas con el desarrollo del pequeño. El protocolo usual, si no había sido producto de un matrimonio, era que los padres de la joven fuesen a pedir al padre que se hiciese responsable, algunas veces se lo exigían, en otras, entregaban a la madre por algún bien material para casarlos posteriormente. Otra situación usual era que los padres de la joven la corrieran de la casa y ella encontrase el modo de subsistir por su cuenta o con la ayuda del padre si es que este aceptaba la responsabilidad sin ser obligado.

Mikasa comía su ración con pesar y en completo silencio al lado de Armin.

Su mejor opción era la más lamentable.

Si no se encontrase en esa situación probablemente estaría pensando en el hecho de como Eren parecía alejarse siempre de su lado. Tanto de ella como del propio Armin, sin importar cuánto tratasen de estar allí para el castaño. Algo que también le calaba.

Y tal vez es por eso que Hannes llegó a motivarlos. Intuyendo que se veían atormentados por eso.

¿Estaría mal decir que se sintió un poco ofendida al inicio? ¿Acaso todo el mundo simplemente suponía que solo pensaba en Eren? ¿Qué no podía tener pesares propios, como una persona normal? ¿Acaso debía expresarse a gritos para que fuera una persona válida a sus ojos? Esperaba eso de sus compañeros, incluso de sus superiores, pero nunca de Armin y Hannes.

¿La gente simplemente la veía como un perro que solo gritaba 'Eren'?

Su mareo no le permitió seguir el discurso motivacional de Hannes. Pero hizo lo mejor posible por ocultarlo y seguir los gestos de Armin para no delatar lo que realmente le apremiaba, lo que le quitaría el sueño más adelante.

Se sintió un poco nauseabunda después, todo por la forma en que se comió su ración: apresurada y a bocados enormes con tragos de aire ocasionales, pero tenía que actuar como normalmente haría si quería mantener su fachada inquebrantable.

Y ahora tenía que enfrascarse en una misión suicida para salvar a Eren.

Solo esta misión y ya. Después juntaré todo el dinero que pueda para huir lejos de aquí. Seremos solo tú y yo, pequeño girasol.

Aunque eso rompiese su corazón al alejarse del castaño, de Armin, incluso de sus compañeros. Era un precio pequeño a pagar para proteger a su rayo de luz.

I couldn't want you any more

No podría quererte más

Kids in the kitchen listen to dancehall

Niños en la cocina escuchando dancehall

I couldn't want you any more

No podría quererte más

Tonight, tonight, tonight, tonight

Esta noche, esta noche, esta noche, esta noche