Sus ojos

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Dayra al ver que no había absolutamente nadie,  agarra a Edward por la muñeca y empieza a correr con el arrastras hacia un barco.

Al llegar al barco, con la ayuda de la cuerda donde estaba atado el navío, se suben los dos

- Jons quita el ancla yo abriré velas ¡Vamos!

Mientras Edward va a recoger el ancla, Dayra corta la cuerda que ataba el barco al puerto y se va abrir las velas

- ¡Ya está capitána!

- ¡Que la zorra nos roba el barco!

Dicen uno de los tres hombres a lo lejos saliendo del bar de antes, ante esto rápidamente Dayra se va al timón y se aleja del puerto entre disparos, mientras que Edward se agacha para que ninguno de los disparos le impacte a el

- ¡Gracias marineros, esta zorra ya está contenta!

Grita a lo lejos Dayra con una sonrisa maliciosa, esto provoca que los hombres se queden enfurecidos. Durante su viaje Dayra no paraba de contemplar el mar y disfrutar del sonido de las olas y del olor de agua salada, la mujer echaba de menos subirse de nuevo a un navío y sentirse otra vez pirata.

Después de un día y medio de viaje, Dayra y Edward llegan a Moon Island, la isla de los piratas conocida así porque en todos los bares y burdeles no daba la luz del sol. Al embarcar, Dayra con mucha confianza grita por todo el puerto

- ¡Marineros de agua dulce o salada! ¡Necesito bucaneros para la mejor embarcación! Osea la mía ¡Donde muchas riquezas habrán! ¡Y a por un tesoro encontrar! ¿Quién se une?

- Capitána no creo que esto funcio...

Antes de que Edward pudiese acabar la frase, muchos hombres de diferentes edades y estaturas se reúnen alrededor de Dayra

- ¿Que decías Jons?

- Nada, nada, que es una genia capitána

- Eso ya lo sabía, todos en fila porfavor

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