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Después de aquella plática que Aidan tuvo con nuestro pequeñín habíamos quedado profundamente dormidos.

Por la mañana me desperté muy temprano, Aidan aún dormía, así que no quise despertarlo, me puse de pie y caminé fuera de mi habitación, en la cocina estaba mi madre preparando el desayuno.

-Buenos días hija- hablo al ver que me sentaba en una silla

-Buenos días mamá- sonreí

-Y Aidan?- pregunto dejando platos en la mesa

-Aún duerme- respondí sin tantos ánimos

-Que te pasa?- cruzó sus brazos- desde anoche estás muy rara

-Ayer hable con Adeline- su rostro se puso cerio- tuvimos una discusión, él quiere a Aidan mamá, dice que lo ama y que yo solo soy una pobretona para el- hable alterada, me relaje un poco, me recargue sobre la silla- me deseo la muerte

-Que te deseo que?!- hablo algo fuerte

-Mamá, relájate, Aidan aún duerme- ella suspiro-

-Esa muchachita está mal, necesito hablar con mi hermana- coloco su mano en la frente

-Relájate- hable con voz suave, ella apartó la mano de su frente, me miro y me sonrío, camino a mi y me abrazo por detrás

-No quiero que dejes de sonreír- sollozó

-No lo dejare de hacer mamá- bese una de sus manos

-Bien, te serviré el desayuno- se alejo de mi y limpio algunas lágrimas- despierta a Aidan

Yo asentí y me puse de pie, caminé a mi habitación, Aidan aún dormía, estaba boca abajo, ambas manos debajo de la almohada, estaba sin playera y dejaba ver su espalda.

Caminé hasta él y me monte arriba de él y lo abrace, comencé a dar pequeños besos en su espalda, note como soltaba pequeñas risas.

-Buenos días- hablo con voz ronca

-Buenos días cariño- me aleje de él y se giró

-Linda forma de despertarme- acarició mi mejilla

-Tienes linda espalda- sus mejillas se pusieron rojas- ven, vamos a desayunar

-Claro, solo me visto- me puse de pie junto a él, él estaba en bóxer solamente pues no llevaba pijama, se vistió solo sin ponerse los tenis.

Estaba por salir de la habitación y me tomó de la mano, me giré confusa a él.

-Que pasa?- pregunte con una leve sonrisa

-Podemos ir a un doctor hoy? Quiero saber cómo está mi hijo- entrelazó nuestras manos

-Bien, iremos- sonreí al igual que el, me dio un corto beso y abrió la puerta

-Después de ti- era un caballero en estas pequeñas cosas.

Estuvimos desayunando tranquilos, hablábamos de alguna otras cosas, tratábamos de evitar lo que sucedió ayer, mi madre y Aidan hacían lo posible por que olvidara todo pues aún estaba un poco triste.

Me levante para dejar mi traste sucio, antes de tomar el plato sentí ganas de devolver todo, Aidan me miro preocupado.

-Estás bien cariño?- pregunto desde su lugar

-Hija qué pasa?-

Ambos esperaban una respuesta, yo mire a Aidan asustada y después salí corriendo a mi baño, devolví todo el desayuno, sabía que era por el embarazo.

MY SUGAR DADDY.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora