MY SUGAR DADDY.

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Había caído la noche, Aidan detuvo el coche, habíamos llegado al muelle de santa Mónica, de noche era hermoso, demasiado.

Ambos bajamos del coche, comenzamos a caminar tomados de la mano por el lugar, se lograba escuchar una canción de fondo, había aire, golpeaba nuestro cuerpo, mi cabello se movía hacia atrás, estaba algo fresco, pero se sentía una paz.

Caminábamos sin hablar, solo admirábamos el lugar, Aidan llegaba apretar nuestras manos, llegaba a sentir su mirada en mi, parecía que admiraba algo grande, algo valioso, bueno, quizá para él si era algo más que valioso.

Nos desviamos un poco al mar, caminábamos aún tomados de la mano, nos quedamos en el borde del mar mirando la grande y brillante luna, siempre estaba posicionada frente a nosotros.

-Pensaba en hacer una cena en casa de mis padres por mi cumpleaños- Aidan rompió el silencio

-Suena bien amor, yo quería hacerte algo especial- mire abajo

-Bueno puedes darme otra cosa especial- hablo en un tono coqueto, levante mi rostro y reí

-Aidan por dios- mire a otro lado aún riendo

-Nuestro hijo no nos impedirá divertirnos- hablo burlón

-No comiences con tus comentarios- reí

-Bien bien, me detengo- ríe- No quiero nada..- lo mire confusa- solo quiero pasar el día junto a ti, solamente eso

-Haz echo tanto por mi que es más que claro que necesito compensártelo- Aidan me giró para que dar frente a frente

-El que lleves un hijo ahí y que estés a mi lado es demasiado, creo que yo debo compensártelo- acaricia mi mejilla

-Porque no..lo dos estamos a mano- reí al igual que el

-Bueno también- ríe- estoy tan enamorado de ti, eres lo que mi vida necesitaba

-También tu eras lo que más necesitaba, jamás había sido tan feliz en mi vida como lo soy ahora que estás con migo- sentí un nudo en la garganta

-A partir de ahora nada de felicidad te faltará-

-Desde que llegaste dejó de faltarme felicidad- susurré, Aidan sonrío, pase mis manos por su cuello, él colocó las suyas en mi cintura, unimos nuestras frente mientras cerrábamos los ojos.

...

Caminaba por los pasillos de la universidad, llegue hasta mi salón, me senté en mi lugar, sabían que ahora el sueño me vencía en clases, los profesores me regañaban pero me importaba poco, el maldito sueño no me dejaba!

-Te estoy hablando __- la voz de Madd me saco de mis pensamientos

-Que?- reaccioné rápido

-Que Adeline volvió- hablo ahora Cameron

Mierda! Lo que me faltaba.

-Me da igual-

-Así de siemple?- pregunto Blake

-Si- lo mire con el seño fruncido- No pienso seguir peleando, solo la ignoraré

-Debes ponerle un alto- hablo Madd

-No puedo si? Por más que quiera hacer algo contra ella no puedo, le prometí a mi tía que dejaría todo eso en el pasado, solo haré como que no existe- respondí tomando mi mochila y poniéndome de pie

-Pero a donde vas?- pregunto Cameron

-Lejos de ustedes, me sacarán canas verdes!- respondí en voz alta saliendo del salón