CAPÍTULO 01

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-Tener un bebe recién nacido es algo que una chica de 19 años no puede pensar, todo el mundo dice que tienes que fijarte en tu carrera y en un futuro por delante, es verdad y lo reconozco pero no podemos decir “error” a un pequeño ser que viene alegrar tu vida, por algo Dios te pone retos en tu camino y creo que eso es lo que él quiso para mí, todos creen que este bebé fue hecho por unos jóvenes alocados que no se cuidaron y no supieron las consecuencias de tener sexo traerían y debo decir que aunque no nos cuidamos puedo estar muy feliz porque gracias a ello tengo a mi pequeña Rachelle que aún tiene 2 meses de nacida, soy madre soltera pues cuando el papá de Rachelle supo de su existencia a partir de mi primer mes, se fue con el pretexto que sus padres lo llevan a estudiar, mi reacción fue algo que muchos no esperaron de mi parte, sobre todo que le dije que se vaya a seguir su sueño y cuando se sienta preparado en ver a su hija que lo haga, muchos me catalogan de loca e inmadura por esa reacción que tuve pero la verdad no me importa, ando trabajando y vivo sola con mi bebé en un pequeño apartamento que gracias a Dios mis padres me apoyaron para tenerla, mamá es demasiado consentidora con las dos y les agradezco enormemente que pueden quedarse ayudándome con los cuidados de mi pequeña, tengo un mejor amigo que es el futuro padrino de mi bebé, siempre hemos sido unidos y aunque me digan que parecemos pareja entre los dos sabemos que Stefan es homosexual. Mi hija tiene unos ojos preciosos son azules y su cabello marrón oscuro y lacio, es preciosa, su piel es blanca y tiene unas mejillas muy rosaditas y rellenitas; por mi parte tengo mis ojos azules, soy de estatura mediana y tengo un cuerpo formado, mis cabellos son castaños claros y Rachelle salió a su padre, como todos dicen es el vivo retrato de él aunque los ojos sean como los míos. Su padre de Rachelle se llama Michael, es de 1.83 cm es muy alto y tiene su cuerpo formado es de piel blanca y ojos marrones hermosos tiene un cabello marrón oscuro y lacio como mi hija, unas pestañas largas y una sonrisa tan cautivadora que a cada mujer les puede poner los ojos en corazones por su porte tan impresionante, aunque suela decir que ya no siento nada por él, sé que es mentira porque desde hace 11 meses que no se de él y aún sigo enamorada, mamá me dijo que termine los estudios que aún estoy a tiempo pero no puedo dejar a mi pequeña, siento que tengo un lazo tan fuerte con ella que me es difícil hasta ir a trabajar y dejarla con mis padres, pero desde ahora me he decidido trabajar y estudiar no solo por mí si no por mi pequeña porque quiero que sepa que no es impedimento el ser madre tan joven y solventar los gastos, que puedo ser profesional aunque me amanezca todos los días estudiando, por eso y por mi hija he decidido estudiar Literatura y trabajar todas las tardes, nuevamente puedo decir que estoy tan bendecida que Dios me haya mandado a un ser tan pequeñita a mis días de soledad y oscuridad cuando recuerdo a su padre, simplemente suelto en llanto porque lo extraño y porque no pudo ser más hombre en solventar esto conmigo y poder ser los grandes padres que Rachelle necesita como niña que es.

-Stefan-le observo a mi mejor amigo que tiene en brazos a Rachelle, él me queda mirando con una gran sonrisa- Mis padres hoy no podrán cuidar a Ray y tengo que trabajar dentro de una hora ¿crees que puedas cuidarla por mí?

-¡Por supuesto cariño!- mira a mi hija y le hace caras que me hace reír y veo que Ray también sonríe.- Te quedaras con el tío Stefan, pequeña hermosa.- besa la frente de mi hija.-

-Gracias Stefan.- me levanto- dentro de la refrigeradora está su biberón le calientas en baño amarilla y se lo das, recuerda que ella aún debe de lactar de mi pecho, a las 8 le das ahora ya a lactado.- beso la mejilla de Stefan y tomo en brazos a mi hija que me mira con sus bellos ojos y siento que voy a caer lentamente por ver a mi pequeñita cada vez haciéndose tan hermosa.- te voy a extrañar mi bebé-beso su cabecita que no tiene cabellos.- regresaré lo más pronto posible y vamos a estar juntas.- sonrió y Stefan me golpea el hombre.-

-Ni que te fueras a quedar durante un año en el trabajo que queda tan cerca.- toma a mi hija en brazos y se sienta.- yo la cuidaré como si fuera mi propia hija, así que vete.- abre con una mano la puerta, toma mi bolso y me lo da.- hasta luego cariño cuídate mucho.- salgo a la calle contenta por tener a un amigo tan bueno como es el mío, camino por toda la acera, como dice Stefan mi trabajo no queda muy lejos solo dos cuadras y es que en cualquier momento mis padres o el mismo Stefan necesite de mi puedo ir corriendo a verlo, volteo a la esquina y diviso mi trabajo es un restaurante de buena presencia, cuando ingrese me dieron vestimenta y todo así que tengo ahora puesto un vestido ceñido a mi cuerpo con unos zapatos bajos, mi cabello recogido y mi maquillaje natural, toda la calle está lleno de autos y es de esperarse hoy era la fiesta del dueño del restaurante así que todos estamos listos para celebrarlo, el hombre es dueño de muchas cadenas de restaurantes y hoteles, entro con cuidado por la cocina y veo a todos apurados, Steven el cocinero tiene unos 50 año y es como el padre de todos los que trabajan aquí tiene un trato único con todos es por eso que nadie se falta al respeto, él me mira sonriente.-

-¡Scarlett! Regresaste a tiempo niña, el señor Kozlov te está esperando en su despacho.- ¿el dueño? Esto era raro, solo asiento con la cabeza y me encamino al segundo piso donde solo está el despacho del señor, doy dos leves golpes a la puerta y escucho un adelante, mi corazón se encuentra a mil por hora cuando veo el imponente Ian Kozlov con los brazos cruzados, su figura ancha por los músculos y ese cabello corto totalmente rubio unos ojos azules como los míos me observan todo mi cuerpo y suavemente se muerde el labio inferior…-

-Señor Kozlov, me dijeron que requiere de mi presencia.- me sonríe y se sienta incitándome a tomar asiento delante de él y lo hago.-

-Sí, necesitaba conocerte en persona, el encargado de que contraten es mi hermano, y ha hablado mucho de ti, dice que eres muy trabajadora y que sabes de todo un poco ya sea  atendiendo, cocinando y hasta limpiando, siento mucho intereses en ti señorita Tyler

-Bueno.-sonrió un poco- me enseñaron cuando pequeña y ahora agradezco a mi madre porque puedo ayudarme con eso-

-Me parece algo perfecto, hoy en día las señoritas de tu edad ya no saben que es lavar un plato.- me observa a los ojos.- me alegro por ti Scarlett -suspira- bien quiero saber una cosa, que he escuchado de tus compañeros cuando ingrese hoy- le miro sin entender y él logra captarlo.-

UNA SEGUNDA OPORTUNIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora