CAPÍTULO 11

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-Ya ha pasado dos meses, Rachelle ha cumplido su primer año, en estos dos meses Michael ha ido a mi casa seguido y he tratado demasiado en negar que siga viendo a su hija, sin embargo había días en que no podía y dejaba que la cargue, pero no se quedaba mucho tiempo, no tengo ninguna amistad con él y lejos de tenerlo sigo enamorándome cada vez más de él, con el tema de mi trabajo me está yendo cada vez mejor, mi jefe y yo tenemos más confianza, nos respetamos y también ya ha conocido a Rachelle un día que me encontró caminando hacia el bus de la universidad me trajo a mi casa y pudo ver a mi hija gracias a Dios se llevan muy bien, mi hija juega con él y le tiene cariño, el señor Kozlov me dio el permiso de llevarla un día al trabajo, en la universidad mis clases me van muy bien y ya estoy por terminar el ciclo, en varias ocasiones he visto a Brenda junto con Gina pero no nos decían nada, Gina solo me saludaba y seguía su camino con su amiga, cada noche que salgo de la universidad veo a Michael recoger a Brenda, pero ahora veo todo con claridad y poco a poco me estoy dando cuenta que Michael no es y no será para mí, con el tema de mi familia todo sigue yendo muy bien, ahora mi hija ya ha empezado a caminar y a decir más palabras.-

-Scarlett. – Me detengo de lavar los platos para mirar a mi jefe que me sonríe muy contento, volteo a mirarlo.-

-Dígame, ¿En qué puedo ayudarle? – Él se mueve para la puerta y me hace un movimiento para que lo siga así que lo hago, camino detrás de él hacia su oficina, mi jefe entra y me hace entrar, cuando estamos ahí me sonríe. –

-No se asuste, no es nada malo, es solo que quisiera preguntarle algo sin que nadie sepa, ¿Qué tiene que hacer el fin de semana? – Rápidamente hago memoria de lo que tendría que hacer pero no hay nada. –

-De hecho no he pensado en qué hacer con mi hija

-Me gustaría invitarla junto con la pequeña Rachelle a una cena, habrá muchos niños, como para que Ray pueda jugar tranquila. –Le miro un poco y me sonrojo, ¿Me está pidiendo una cita? Claro que no, porque un personaje tan imponente y conocido como el señor Ian Kozlov nunca invitaría a una joven con hija tan anticuada como yo. –

-Muchas gracias señor Kozlov por su invitación, lo que no entiendo a qué se debe, teniendo a tantas chicas a su alrededor queriendo estar junto a usted. – Él suelta una risa y niega con la cabeza, se aclara la garganta y me mira directamente a los ojos. –

-No se preocupe por las jovencitas que quieran estar a mi lado, la que quiero que este a mi lado es usted señora Tyler y que mejor que con su pequeña, también les irá bien un relajo. – Le sonrío un poco y asiento con la cabeza. –

-Está bien jefe, acepto su propuesta, estaremos las dos a su lado. – Reímos al unísono y me sonríe, posa su mano en mi hombro. –

-Gracias, pasaré por usted a las 7 de la noche, sé que le encontraré muy bella. – No pude evitar sonrojarme más de lo normal, después de mucho tiempo alguien me dice lo bella que le parezco, solo atino a mover la cabeza en un sí, él me presiona la mejilla y se aleja un poco, suelta un suspiro y me sonríe. – Estaremos en contacto moya lyubov'. –

- ¿Qué significa moya lyubov'? – Me sonríe de par en par y se me vuelve a acercar, me toma de las mejillas y yo quedo sorprendida. –

-Trata de averiguar que significa, te lo dejo de tarea. – Dicho esto me suelta sin antes tocarme el puente de mi nariz. – Nos vemos señora Tyler

-Nos vemos señor Kozlov. – Dicho esto me salgo rápido de la oficina y sigo trabajando en lo mío, me sorprende que mi jefe esté cariñoso conmigo, si bien es que nos llevamos muy bien pero aun así no estamos tratándonos como amigos, en todo el resto del día me fue de maravilla, como siempre llegué a casa y estuve un rato con mi hija junto con Stefan mientras que platicábamos, me alistaba para irme a la universidad, esta vez iré con mi pequeña, porque no quiero que esté todo el tiempo encerrada, cuando la vestí me despedí de Stefan y emprendí camino a mi lugar de estudios, en toda las clases, Ray se portó muy bien y había momentos en que tenía que darle su biberón, ella es una bebe que no hace mucho ruido, y es inteligente, todo transcurrió con normalidad, del mismo modo cuando salí de mis clases me dirigí para la parada de bus, me tuve que esconder para que Michael y su novia me lleguen a ver porque no quiero tener tantos problemas, el bus llegó y subí, al rato llegué a casa, le di un baño a mi hija y luego le hice una pequeña cena acorde a su edad, cuando terminé de darle le puse sus canciones favoritas en la tv y me dispuse a mecerla hasta que quede dormida, la lleve a su cuna y ese tiempo era para mí, me duche, cené y me fui a dormir.-

UNA SEGUNDA OPORTUNIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora